Alto Biobío: donan azúcar para proyecto de cuidado de abejas

Empresa Iansa trasladó 20 toneladas de este producto para apoyar industria apícola, que experimenta problemas producto de la sequía.




Durante las últimas dos semanas, cientos de apicultores de las comunidades pehuenches de Alto Biobío, dedicados a producir miel, recibieron 20 de toneladas de azúcar. Se trató de una donación de la empresa Iansa que, lejos de ser un detalle curioso, busca ayudar a paliar la falta de alimento para alrededor de 2 mil 500 colmenas de la zona.

La idea, que surgió como una política de desarrollo sustentable para que las abejas sobrevivan al invierno, se debe a los graves problemas de nutrición que estos insectos están presentando, debido a los excesivos problemas de sequía que, incluso, en marzo llevó a las autoridades a decretar emergencia agrícola en 17 comunas por atravesar la peor sequía de los últimos 50 años.

“Este es un tipo de azúcar de buena calidad, que las abejas no rechazan y que se prepara mediante un proceso artesanal para su consumo”, explicaron en la empresa a cargo del proyecto.

El gobernador del Biobío, Luis Barceló, destacó la importancia de responder a los conceptos de responsabilidad social empresarial con este aporte. Además, aseguró que “si a mayor producción de miel logramos tener una mejor comercialización o tener mejores precios, vamos a tener una beta de desarrollo muy importante para el Alto Biobío”.

60 colmenas

Los beneficiados son pequeños agricultores apícolas, es decir, familias que tienen no más de 60 colmenas. Para la apicultora Doralisa Piñaleu Pillao, productora de Comunidad Indígena Callaqui, el azúcar le permitirá mantener sus 17 cajones de abejas, que rinden cada uno, en promedio, 50 kilos de miel por temporada. “Mis abejas necesitan ayuda, ya no hay muchas flores y este jarabe que les preparo va a impedir que se  mueran. Así, llegarán mucho más fuertes a la primavera”, agregó Doralisa.

El presidente de la Red Apícola Nacional, Misael Cuevas, indicó que la oferta de alimento a partir de las plantas ha ido disminuyendo, por lo que se ha tenido que invertir más en alimentación artificial. Por ello, según los productores, esta iniciativa  “les ayudará a disminuir los costos de mantención de los apiarios”.

Las autoridades de agricultura han sostenido que, producto de la situación climática y del manejo agrícola a nivel global, hay un 30% de abejas que están muriendo anualmente. Para José Manuel Rebolledo, subgerente de Desarrollo Sostenible de Iansa, esto se traduce en que “tanto las praderas como los bosques, que son las fuentes de alimentación para las abejas, han disminuido de manera importantísima en su floración. No habiendo floración no hay néctar, y si no hay néctar, no hay alimento para abejas”.

Este apoyo continuará mediante una mesa de trabajo entre Iansa, el Instituto de Desarrollo Agropecuario (Indap) y el Comité Apícola. Y se materializará en agosto, con  la firma de un convenio de apoyo permanente a cerca de cinco mil colmenas.

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