Ana María Gazmuri, presidenta de la Fundación Daya: "La campaña del terror no es creíble en los jóvenes"

La Fundación Daya ha promovido y defendido el uso medicinal de cannabis. Para su vocera, Ana María Gazmuri, la encuesta revela una sociedad chilena más empoderada, con una mayor promoción de derechos.

¿Qué opina sobre la alta aceptación a legalizar la marihuana?

Nos parece que Chile da pasos importantes en cannabis medicinal y en la aceptación del autocultivo como un derecho, pero se necesita una educación y prevención apropiada, veraz, objetiva, basada en la ciencia y no en aspectos morales. Y la mala información es el peligro. Anhelamos que los jóvenes estén alejados del consumo de cualquier sustancia, ya sea alcohol, tabaco o cannabis, pero no podemos cerrar los ojos que ese consumo existe.

¿Qué opina sobre cómo ha enfrentado el gobierno la educación sobre el tema?

Se ha enfrentado desde el Senda con una campaña del terror, en particular en relación al cannabis, tan exagerada que no tiene credibilidad en los jóvenes. No podemos decir que una persona que consume alcohol el fin de semana, sea alcohólica. Lo mismo ocurre con otras sustancias, no porque un joven consuma marihuana se le puede catalogar de adicto ni estigmatizar. Existe la posibilidad del consumo responsable y ese debe ser el foco, más que la abstinencia total.

Desde su perspectiva ¿Qué promueven?

Apoyamos, además del uso medicinal, una política de drogas basada en el respeto de los DDHH, una regulación para mayores de edad, respetando el ámbito de la soberanía personal. Esperamos mejor prevención, ya que el inicio precoz en cualquier sustancia interfiere en el correcto desarrollo del joven, la cannabis no es la excepción. Por eso debe educarse para retrasar lo más posible el inicio de cualquier consumo.

¿Cuáles son los peligros del cannabis?

El consumo de cannabis puede generar ansiedad y crisis de pánico cuando se desconocen las dosis y la calidad de lo que se está consumiendo. Todo tiene que ver con la ilegalidad, la clandestinidad y el mercado negro, si se regula eso va cambiando. Jamás hemos apoyado el uso de cannabis en menores, en la única instancia en que apoyamos el consumo juvenil es el uso médico y el resto se tiene que retardar.

¿Por qué considera importante legislar?

En Chile y en el mundo es un tema candente. Cada vez más países están regulando. A medida que la regulación aumenta baja el consumo juvenil, como lo muestra el último Reporte Federal encargado por la NIDA en Estados Unidos. Y el decir que no hablemos de esto porque sube el consumo, es una estrategia de los sectores que prefieren seguir con la mirada prohibicionista. En los países con mayor regulación y apertura tenemos casos de consumos más bajos como Holanda y Portugal. La evidencia sustenta que es posible una regulación responsable.