Aravena celebra su bronce y rechaza dichos de Echeverría

El fondista ganó bronce en los 5.000 metros y antes de subir al podio, se refirió al dopaje de Cristopher Guajardo. "Tiene las puertas abiertas de mi casa", dijo.




Víctor Aravena era tal vez la mayor esperanza nacional en el atletismo. Más allá de las figuras más mediáticas y de tener una de las más bajas marcas de presentación, el fondista llegaba a Toronto como el mejor en los cinco mil metros en los Juegos Sudamericanos de Santiago 2014. También estaba en la pista Carlos Díaz, quien remataría noveno (13’59”66) y corrió “por darle una alegría a Chile”, según dijo.

Pero el héroe sería Aravena, quien finalizaría tercero, con un tiempo de 13’46”94, su mejor marca del año, aunque insuficiente para clasificar a los Juegos Olímpicos. El ganador fue el mexicano Juan Luis Barrios, con 13’46”47.

Durante la carrera, el sureño nunca supo de lideratos, ni de apretar a los de adelante. Atrás hasta la última vuelta, en la recta anterior, el oriundo de Coronel comenzó el ataque, el local Cameron Levins y el estadounidense Garrett Heath sucumbieron en los últimos 80 metros.

Ellos no sabían que el fuerte de Aravena es el remate. La carrera terminó en una ovación y Aravena, en silencio. No quería hablar con nadie, muy adolorido por los golpes recibidos en la pista, pero especialmente molesto por haberse hecho públicas las declaraciones de Roberto Echeverría, quien culpaba a su técnico de darle sustancias prohibidas a Guajardo, otro de sus pupilos. “Nos meten a todos en el mismo saco”, dijo, justo antes de la ceremonia de entrega de medallas.

Y ahondó al comentar que “esto va dedicado para el equipo de fondo y medio fondo. Hay compañeros que se dejan llevar por consejos de otras personas, que caen en un juego que no es legal, pero la lección está aprendida y Cristopher tiene las puertas abiertas de mi casa”.

Sobre esos cinco kilómetros, aseguró que “le dimos pelea a dos potencias, Canadá y Estados Unidos, y nos vamos con una medalla. Me faltó un poco creerme el cuento. Pasa mucho. Me sentía bien en los últimos mil metros, sentí que me daban las piernas”.

Esta carrera también le dio lecciones a Aravena, su próximo desafío será el Mundial de Atletismo, en China, en noviembre, donde buscará el paso a Río. “A Beijing iré con más confianza”, cerró.

Comenta

Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.