Argentina sincera índice de pobreza y deja atrás cifras amañadas de era Kirchner

El reformado Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) dio a conocer el número de pobres: 8,7 millones de argentinos. En 2013 el gobierno K dejó de entregar ese índice. Ya en 2007 había intervenido el Indec.




Una nota en la apertura del sitio web del argentino Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) advierte que “las series estadísticas publicadas con posterioridad a enero 2007 y hasta diciembre de 2015 deben ser consideradas con reservas, excepto las que ya hayan sido revisadas en 2016 y su difusión lo consigne expresamente”.

Se trata de una alerta de desconfianza de la actual administración sobre las cifras económicas y sociales entregadas durante los últimos ocho años de gobiernos kirchneristas. Eso porque en febrero de 2007 el Indec dejó de ser un ente autónomo y creíble y fue abiertamente intervenido desde el Poder Ejecutivo, una operación liderada por el entonces secretario de Comercio, Guillermo Moreno. Unas estadísticas tan desprestigiadas que incluso el propio Indec K dejó hace tres años de dar a conocer la cifra de pobres en el país. En ese momento el entonces ministro de Economía, Axel Kicillof, justificó la decisión al asegurar que eso era algo “estigmatizante”.

El Indec que fue reformado tras asumir en diciembre la Presidencia argentina Mauricio Macri, que ha ido normalizando la recolección de datos y la entrega de estadísticas y mostrando un panorama a veces radicalmente distinto al presentado durante años por la administración kirchnerista. El miércoles fue el turno del índice de pobreza. En 2013 el gobierno K habló de un 4,7% de pobres, pero la cifra entregada ahora fue incluso más alta de la esperada: 32,2%, es decir, 8,7 millones de personas o uno de cada tres argentinos vive en la pobreza.

Los expertos coinciden que esa diferencia no es reflejo del crecimiento del número de pobres en tres años, sino que el kirchenrismo escondió la existencia de 7,5 millones de pobres. De todas formas la actual administración macrista habría colaborado en ese aumento. Un estudio de la Universidad Católica Argentina (UCA) estimó que a fines de 2015 había un 29% de pobres y que esa cifra subió a 32,6% en abril, según sus cálculos.

Durante los años de los Kirchner el dato más discutido y vapuleado fue el del índice de precios al consumidor (IPC). Fue tal la batalla por una cifra creíble de inflación que el gobierno K demandó a las consultoras que hicieron estudios paralelos. Ante esta situación, el Congreso decidió publicar sus propios cálculos. Según el Indec controlado por los kirchneristas, en noviembre el IPC anual era de 14,3%, aunque el dato del Poder Legislativo apuntaba mucho más arriba: al 25%.

El Indec de la era Macri, dirigido ahora por el economista Jorge Todesca, entregó por primera vez su IPC en mayo: 4,2%. Un mes después la consultoras proyectaron la inflación anual por sobre el 40%, una cifra que debería mantenerse en los que queda de año, pese a que las metas oficiales eran no traspasar el 25%. En tanto la inflación de agosto fue de 0,2%, un porcentaje claramente influenciado por el freno al aumento de las tarifas de gas ordenado por la Justicia transandina.

El primer dato sobre el desempleo lo entregó el Indec reformado a fines de agosto. Lo situó en un 9,3% en el segundo trimestre de 2016. La última cifra de desempleo de la era K correspondía al tercer trimestre de 2015. Según el organismo intervenido fue de 5,9%. Pero el índice “macrista” debe compararse con el mismo período (segundo trimestre) “kirchnerista” del año pasado, cuando el desempleo fue de 6,6%.

Entre un año y otro “aparecieron” 450.000 desempleados más. La duda que surgió entonces es si esa brecha corresponde a la ola de despidos en el sector público generada tras la llegada de Macri al gobierno o a la manipulación de las cifras de desempleo por parte del polémico Moreno. “No se puede cuantificar cuánto de ese conjunto es un blanqueo de desocupados preexistentes, cuánto nuevas proyecciones de población y cuánto desocupados nuevos”, explicó la directora de la Encuesta Permanente de Hogares del Indec, Cynthia Pok. Y como se ha venido repitiendo en los últimos meses, repitió la misma advertencia: “No recomendamos el uso de los datos anteriores”, los de la era Kirchner.

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