La ex ministra de Educación Mariana Aylwin hizo llegar ayer al Tribunal Supremo de la DC sus descargos frente al requerimiento presentado por un grupo de militantes y en el que se solicitó su expulsión del partido por anunciar públicamente que no respaldaría a Alejandro Guillier como candidato presidencial en la segunda vuelta del 17 de diciembre.

La acusación contra Aylwin se ha visto acrecentada luego de que la mesa directiva remitiera al órgano disciplinario un brief con las declaraciones que la ex ministra dio días después del balotaje y donde dijo sentirse más identificada con Chile Vamos que con el bloque oficialista Nueva Mayoría.

En su escrito enviado ayer, de hecho, Aylwin aborda dichas afirmaciones. Y según comentan quienes han tenido acceso al contenido de sus descargos, la ex ministra refrenda sus dichos, aunque explicando el contexto en que fueron emitidos.

En su defensa, Mariana Aylwin también destaca su trayectoria como militante democratacristiana y los distintos roles que ha desempeñado a nombre y en representación de la colectividad.

Además de Aylwin, el requerimiento de expulsión incluye a otros dirigentes históricos de la falange que también rechazaron apoyar a Guillier, contraviniendo una resolución tomada por el consejo nacional del partido. Entre ellos figuran Pedro García, Clemente Pérez y Álvaro Clarke, todos ellos adherentes del movimiento interno Progresismo con Progreso y quienes también han hecho llegar sus descargos al Tribunal Supremo de la colectividad.

El grupo -donde se ha debatido qué tipo de rol asumir frente al próximo gobierno de Sebastián Piñera y también su futuro dentro de la DC, no descartándose una renuncia masiva- ha planteado que el veredicto del Tribunal Supremo no debiera dilatarse más allá de seis meses.

Pese a que Aylwin ha señalado públicamente que espera seguir militando en la DC, en el partido muchos asumen que la ex ministra y otros miembros de Progresismo con Progreso, más allá de lo que finalmente resuelva el Tribunal Supremo, ya tienen la decisión tomada de dejar la colectividad. Sobre todo, en un escenario en que la DC podría, eventualmente, volver a ser parte de una nueva coalición política que incluya al Partido Comunista.