Bebe de esta agua... y tendrás gemelos

Dicen que el agua natural en un pequeño pueblo en el oeste de Ucrania, más allá de los Montes Cárpatos, es de una calidad incomparable.<br />




Esto se debe no sólo a que es cristalina y pura, sino también a una supuesta consecuencia que trae beberla: gemelos.

La cantidad extraordinaria de partos dobles en Velikaya Kopanya ha hecho del pueblo -cerca de la frontera con Hungría, Eslovaquia y Rumania- el destino de varias mujeres que creen que, tomando de su agua, cumplirán con su sueño de recibir dos bebés en lugar de uno el día del parto.

Es que en un pueblo de unas 4.000 personas, hay 58 parejas de gemelos. Esa tasa poco común le valió al pueblo una mención en el libro de los récords de Ucrania.

Nadie ha hecho un estudio científico serio sobre el fenómeno de los gemelos en Velikaya Kopanya; tampoco un grupo de parapsicólogos logró resolver el misterio el verano pasado.

Y ante la ausencia de respuestas, muchos miran al agua como la fuente de tanta fertilidad por partida doble.

PINTORESCO
Desde dentro de las montañas, el agua sale en pequeños arroyos a lo largo de la ruta principal que atraviesa la aldea y en muchos casos termina en los jardines de los vecinos.

"Somos una aldea muy feliz", dice Maria Fyodorovna. "El agua nos hace doblemente felices; tenemos colas y colas de pretendientes para nuestras jóvenes porque todos quieren nuestros genes".

Según se ve por las calles de Velikaya Kopanya, muchas mujeres de todo el país viajan para beber la supuesta agua poderosa.

Se pueden encontrar gemelos por todas partes, como Misha y Vanya Fogorosh, dos gemelos idénticos.

O como Maria Chorba que a los 75 años es la gemela más anciana del pueblo.

Al menos, eso es lo que se cree: quizás hubo gemelos antes de ella pero los registros de nacimientos sólo llegan a los años '30 ya que, al haber cambiado tantas veces de régimen, no hay archivos anteriores del pueblo.

VINCULO
La gemela de María, Anna, murió hace tres años pero el vínculo íntimo que las unía permanece vivo.

"Cuando éramos niñas nadie nos diferenciaba; con el tiempo Anna se mudó a un pueblo lejano y nos veíamos sólo una vez por año", recuerda Maria.

"Y aún en la distancia, si se enfermaba yo me daba cuenta inmediatamente, hasta que un día sentí que algo realmente malo le había pasado y ése fue el día en el que murió".

Ese vínculo cercano entre gemelos se sigue repitiendo en la familia: entre todos los nietos de Maria, hay tres pares de gemelos.

Y por ello, gracias o al agua o a lo que sea, la fama de Velikaya Kopanya seguirá intacta.

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