Buonanotte: "Me siento en deuda con Santiago Silva"

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El volante de Universidad Católica repasa el primer semestre de los cruzados realizando una dura autocrítica. Enumera errores y cosas que pudieron hacerse distinto. Cree que hubo falta de experiencia y se compromete a mejorar.




Diego Buonanotte (29) completó su segundo torneo con la camiseta de Universidad Católica. En un año, el formado en River Plate ha vivido diferentes emociones. En su primer semestre, fue el líder futbolístico del equipo que consiguió, siendo amplio dominador, el título del Apertura y la Supercopa. Fue el futbolista más votado por entrenadores y capitanes en la tradicional encuesta de La Tercera, el mejor del Apertura. En el segundo semestre, no obstante, tuvo que convivir con las críticas por no poder prolongar su buen juego. Además de masticar la frustración de no pelear el campeonato y de un nuevo fracaso internacional del club de Las Condes. Ahora, ya de vacaciones, mira hacia atrás para analizar la primera mitad del año.

¿Cuál es su análisis de este primer semestre?

Lejos de igualar lo del año pasado y de los objetivos...

Siempre que uno logra cosas importantes, como fue en mi primer semestre en el equipo, surgen las comparaciones. Conseguimos cosas importantes y jugamos bien, por lo que la vara quedó muy alta. Siempre es difícil igualar algo así.

¿Y a nivel personal?

Sé que no jugué del todo bien. Pero lo que pasa es que los rivales van conociéndote también. No es excusa, pero hubo partidos que, en mi caso, los rivales salían a marcarme mucho más. A no jugar el partido para no dejarte jugar a ti. Hay que adaptarse y es un tema que ya hablé con el entrenador para buscar soluciones. Como profesional tengo que ser capaz de solucionar esos obstáculos. Y como equipo tenemos que encontrar respuestas porque los rivales ya conocen nuestra forma de jugar. De cara al futuro tenemos mucho que mejorar.

¿Por qué con Silva no pudo reeditar la dupla que conformó con Nicolás Castillo?

Con Nicolás las cosas salieron realmente muy bien. Con Santiago no tanto, pero al igual que Nico es un tremendísimo jugador. La verdad es que me siento en deuda con Santiago, pese a que siempre intento buscarlo, en todas las jugadas. Intento alimentarlo y generarle situaciones de gol. Porque, después de todo, somos los volantes los que tenemos que nutrirlo para que pueda recibir pelotas con ventaja o para que juegue más cerca del área.

Hay mucha autocrítica en sus palabras...

Sí. La autocrítica que hago es muy grande. Me siento responsable de que Santiago no haya convertido tantos goles. O quizás no tan responsable, pero me queda una sensación un poco amarga. Estoy tranquilo, eso sí, porque siempre intenté generar el juego que él necesita. Él lo sabe bien. He hecho lo imposible para que se sienta cómodo dentro de la cancha. Esperemos que, de ahora en adelante, sí podamos ser la dupla que todos esperan o asociarnos mejor para que el equipo ande bien. Porque lo que realmente importa es que la Católica esté en lo más alto. Quien haga los goles da un poco lo mismo. Primero está el bien mayor, que es el club.

¿Por qué las cosas este año no han salido como en 2016? ¿Qué ha cambiado o empeorado?

No lo sé. Lo que sí sabemos es que no tuvimos el mismo nivel. Eso es innegable. En lo personal me siento responsable de eso porque no estuve al mismo nivel que el semestre anterior. Pero esto es fúbol y son cosas que pueden pasar. El compromiso que hago es que me voy a romper el alma para mejorar. Voy a apuntar a eso para seguir creciendo y volver a poner a la UC en lo más alto, que es donde merece estar. Todo lo que nos pasó este semestre nos tiene que servir de lección y ejemplo de lo que no debe ocurrir en el futuro.

¿Y qué puede decir de la eliminación en la Libertadores? Fueron ustedes mismos quienes definieron el torneo como su principal objetivo. Al menos la clasificación a octavos...

La Copa fue rara para nosotros. Al principio pocos creían que la UC podía pelear. Era un grupo muy complicado en el papel. Después, por cómo se fueron dando los resultados, nos dimos cuenta de que estábamos para cosas importantes, pero cometimos errores muy graves que, en la Copa y a este nivel, no se pueden permitir. No tuvimos suerte tampoco, especialmente en el último partido contra Atlético Paranaense. Ese día jugamos bien e hicimos méritos para quedarnos con los tres puntos. Pudimos ganar. Eso nos habría clasificado a la Sudamericana, que aunque no era lo que buscábamos hubiese sido un premio al esfuerzo. Lamentablemente no se nos dio y quedamos fuera de todo. Tuvimos ocasiones, pero fallamos y nos desesperamos. Queda una sensación muy amarga porque perfectamente pudimos clasificar. No desentonamos en uno de los grupos más complicados del torneo.

¿Cuáles son esos errores graves que menciona? ¿Se equivocaron sólo en la cancha o también hubo falencias desde la banca? Hubo mucha crítica a los cambios de Mario Salas, por ejemplo...

Estoy convencido de que el entrenador se puede equivocar, así como cualquier persona se puede equivocar en su trabajo. A mí no me corresponde cuestionar la labor del técnico. Todos cometimos errores puntuales. Nos desesperamos. No tuvimos la experiencia necesaria. La expulsión a Benjamín Kuscevic ante San Lorenzo, por ejemplo. No es por apuntarlo a él directamente, que es un extraordinario jugador, pero cosas como ésa, a este nivel de exigencia, terminan pasando la cuenta. Son errores que en la Copa no te puedes permitir.

¿Y qué pasó en los otros partidos? Perdieron tres, empataron dos y ganaron apenas uno. Muy poco si era el objetivo mayor...

En el resto de los partidos yo creo que nos faltó manejo. Lo que pasa es que en este tipo de competencias jugar bien no alcanza. Hay que jugar muy bien para conseguir las cosas. A mí mismo me faltó manejo de ciertas situaciones, quizás porque pasé mucho tiempo sin jugar la Copa. En el futuro tendremos más experiencia y mayor concentración para sacar adelante la tarea en ciertos momentos. Eso sí, pese a la eliminación, yo estoy muy tranquilo por la entrega que pusimos en toda la fase de grupos.

¿Cuenta como error de la UC no haberse reforzado? Apostaron por mantener la base y sólo llegó Silva a reemplazar a Castillo. ¿Faltó plantel?

Siempre es importante reforzarse. Pero no me corresponde analizar el actuar de los demás. Tenemos un plantel bueno. Recambio había. Tuvimos muchas lesiones también. Todo eso cuenta. Fueron pasando muchas cosas en el camino, pero el equipo estaba bien armado. Había mucha competencia interna y eso se notó cuando se optó por jugar con unos el torneo y otros la Copa. Todos respondieron y demostraron que podían jugar. Ahora seguro habrá refuerzos, aunque igual me gustaría que se mantuviera el grupo. Esperemos que sea lo mejor para todos.

¿Cuáles son las expectativas de cara a lo que viene? ¿Cuáles son los objetivos del segundo semestre?

Apuntamos a recuperar nuestro nivel. A jugar a lo que sabemos jugar como ya hemos demostrado. Ahora no tenemos competencia internacional, pero está la Copa Chile y el torneo nacional. El objetivo está claro: quedarse con los dos torneos. Además, como grupo también teníamos el objetivo de terminar primeros en la tabla acumulada para jugar la Supercopa y lo logramos. Conseguir eso era muy importante también. Hay cosas por delante. En un equipo grande, además siempre habrá nuevos objetivos por los que luchar. Vamos a prepararnos con todo para volver a levantar una copa, que es lo que todos queremos.

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