El camarín se divide por Barroso

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El defensa conversó el miércoles y ayer con Pablo Guede. Le pidió saber el porqué de su suplencia. El Almirante está dolido y ha pensando en partir. En el vestuario son varios los que lo apoyan. El DT mantiene en Esteban Paredes a su gran aliado. Valdivia no jugará ante La Serena.




Días muy convulsionados son los que se viven en Colo Colo. La goleada sufrida ante La Serena, la renuncia no aceptada de Pablo Guede, las críticas del técnico a su plantel y la suplencia de uno de los máximos referentes del equipo, Julio Barroso, tienen al rojo vivo la interna del conjunto albo.

De hecho, el Almirante se fue del Monumental apenas terminó la Noche Alba. Incluso, su salida del recinto se efectuó antes de la conferencia de prensa del entrenador, algo muy poco habitual. Para colmo, ayer se vivió otro nuevo episodio polémico, cuando el zaguero le pidió explicaciones al adiestrador argentino.

Como el entrenamiento fue privado (al igual que lo será hoy), el hecho se mantuvo en reserva por varias horas. Sin embargo, desde Pedreros señalaron que el defensa, descontento y molesto con la situación que lo tiene como carta secundaria en la escuadra de la que es uno de los más veteranos, conversó con el DT para conocer los motivos que lo tienen peleando el puesto como si fuera uno más, según las propias palabras del ex estratego de Palestino.

El miércoles también se había reunido con el DT en la oficina del director deportivo, Óscar Meneses, quien además participó en el diálogo. Guede pidió absoluta privacidad y que nadie se acercara al lugar.

El escenario que atraviesa uno de los mejores zagueros blancos del último tiempo ha provocado un importante remezón en el camarín. Como suele ocurrir con figuras experimenadas del tipo de Barroso, hay varios jugadores que son afines a él en el vestuario popular.

Por lo mismo, que el técnico no lo tenga contemplado en su oncena para el Transición, hecho que se vio reforzado ante Huachipato la Noche Alba, causó una profunda diversión en Macul, entre los que apoyan al defensa y los que siguen estando a favor del cuestionado entrenador, el que lidera Esteban Paredes. Los detractores de Barroso lo acusan igualmente de iniciar una revuelta contra el Coto Sierra después de una derrota ante Palestino en 2016.

El panorama es complejo, ya que Guede considera que Barroso ha bajado su nivel con él en la banca y que Zaldivia es el hombre que, cuando esté ciento por ciento nuevamente, debe asumir el rol de nuevo patrón defensivo. Una elección, en todo caso, de competencia exclusiva del entrenador.

Por lo mismo, es improbable que el escenario del otrora campeón mundial Sub 20 con Argentina varíe de forma positiva. De hecho, desde su círculo cercano admiten que el jugador ha pensado en buscar nuevos horizontes, lejos de Macul.

Más allá de que el cargo le dé derecho y le obligue a decidir quién juega y quién no, con Guede sí es tradición romper con pesos pesados de los camarines donde está. Si en Palestino la gran víctima de Guede fue el arquero y capitán Felipe Núñez, con quien tuvo un fuerte conflicto que terminó con el portero fuera del club, en San Lorenzo los damnificados fueron Juan Mercier y Leandro Romagnoli, dos históricos. Claro que ahí fue el DT quien salió perdiendo y tuvo que renunciar debido a los problemas que el hecho le produjo con la dirigencia.

Con esa mala fama llegó a Colo Colo en julio de 2016. Se trataba de un limpiador de referentes que arribaba, justamente, al club con el camarín más difícil del fútbol chileno. Un año después de su ratificación en la banca alba, el técnico ha reforzado ese estigma.

En Pedreros, el primer caído fue Gonzalo Fierro. El volante lateral fue titularísimo en los títulos conseguidos con Héctor Tapia y con José Luis Sierra como entrenadores. Sin embargo, llegó Guede y el ex Flamengo perdió toda presencia en el equipo estelar. Hasta le arrebató la jineta.

Luego fue el turno de Justo Villar. El paraguayo se ganó el corazón y el respeto de hinchas y compañeros con su gran rendimiento, pero se fue de forma intempestiva y polémica. El DT no supo (o no pudo) aclarar si pidió que continuara.

El Mago, enojado

Pese a que Jorge Valdivia aseguró que su CTI había llegado y que jugaría ante La Serena, finalmente no podrá hacerlo. La causa es administrativa, pues, según confiesan en Macul, aún no han recibido la documentación relacionada con la habilitación internacional del ex jugador de Al-Wahda, de Emiratos Árabes Unidos.

"Valdivia no jugará este sábado debido a la falta del tránsfer", confirmó el gerente deportivo de los albos, Óscar Meneses, a Fox Sports Radio, desmintiendo la información que el propio jugador y el presidente, Aníbal Mossa, habían dado la noche anterior.

El personero le endosó la responsabilidad a la federación emiratí. "No tiene nada que ver con que me haya tomado vacaciones", se excusó sobre una situación que molestó a Guede.

En tanto, Esteban Pavez está cerca de irse a préstamo a Atlético Paranaense. Mientras que Peñarol sueña con Octavio Rivero, cuya cláusula es de US$ 4 millones. Eso sí, la primera opción de los charrúas es Paredes, dicen en el entorno del Tanque.

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