Canciller ecuatoriano condena "clamoroso silencio" de la prensa que se benefició de Assange

Al cumplirse dos años desde que el fundador de Wikileaks pidió asilo a la embajada ecuatoriana en Londres, Patiño lamentó la falta de apoyo de los medios internacionales.




El canciller ecuatoriano, Ricardo Patiño, condenó hoy "el clamoroso silencio" de los periódicos que publicaron en 2010 las filtraciones de WikiLeaks y que, en su opinión, han abandonado a Julian Assange en su cautiverio.

Patiño lamentó la falta de apoyo de Der Spiegel, Le Monde, El País, The New York Times y The Guardian, que "usaron la información exclusiva" facilitada por el portal y "tomaron crédito", pero luego se han distanciado de su fundador. 

WikiLeaks difundió a través de esos diarios cables diplomáticos confidenciales de Estados Unidos que pusieron en aprietos a gobiernos de todo el mundo y reveló abusos de las fuerzas estadounidenses en Irak y Afganistán.

En una rueda de prensa conjunta con Assange desde Quito y Londres, el ministro criticó también la falta de avances en el caso del australiano, cuando hoy se cumplen dos años desde que el 19 de junio de 2012 se refugiara en la embajada de Ecuador en Londres, tras lo cual el presidente Rafael Correa le concedió asilo.

Patiño denunció que una comisión de juristas británico-ecuatoriana que debía formarse hace un año para intentar hallar una solución diplomática "ni siquiera se puso en marcha", al no haber habido acuerdo con el Gobierno del Reino Unido sobre los objetivos.

Por su parte, Suecia, que reclama a Assange para interrogarle por presuntos delitos sexuales que él niega, ha rechazado entrevistarle en la embajada o en territorio ecuatoriano.

"Como Estado ecuatoriano hemos hecho lo que debíamos hacer", dijo Patiño, quien pidió a "la sociedad civil y los periodistas en todo el mundo" que denuncien la violación de los derechos humanos del fundador de WikiLeaks.

"El silencio sepulcral, con excepciones, no es aceptable", incidió el ministro de Relaciones Exteriores y Movilidad Humana.

Patiño resaltó que, además de violar numerosos tratados internacionales sobre asilo político y refugiados, el encierro de Assange en la embajada, donde ocupa una pequeña habitación sin apenas acceso a la luz natural, "está afectando a su salud". 

Debido a su cautiverio las 24 horas del día, con la embajada rodeada de policías británicos que le detendrían en caso de salir a la calle, si necesitara atención médica "podría costarle la vida", aseguró el ministro.

El fundador de WikiLeaks se refugió en la embajada de Ecuador para evitar su entrega a Suecia, por el temor de que ese país le extraditara a Estados Unidos.

En la rueda de prensa, Assange declaró desde la legación que, según le indica su equipo legal, "existe todavía un riesgo importante de que sea extraditado a Estados Unidos".

El también periodista, de 42 años, pidió al fiscal general estadounidense, Eric Holder, que "anule la mayor investigación criminal de la historia a un editor" y opinó que, si no puede hacer lo correcto, "debería dimitir".

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