Carles Puigdemont, el hombre que divide a Cataluña

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El líder catalán de 54 años, que desde sus inicios ha llevado la bandera de la independencia, destaca por su estilo relajado y marcada personalidad.




"¡Judas!", "155 monedas de plata", en alusión al artículo de la Constitución, eran las frases que rondaban luego de que el líder catalán Carles Puigdemont decidiera no convocar a elecciones, porque no estaban dadas las garantías. "No hay ninguna garantía que justifique hoy la convocatoria de elecciones ni de parar la represión", señaló el jueves Puigdemont, quien, además, aseguró haber estado dispuesto a esa convocatoria electoral para que se hiciera "con normalidad". "Ha sido imposible", insistió desde el Palau del Parlament.

Durante más de un mes, Puigdemont ha acaparado las portadas de los diarios de todo el mundo con su causa independentista. Sin embargo, en vez de ser recordado como el líder separatista, su nombre ahora genera profundas divisiones en la región. Tampoco ha quedado exento de críticas en el exterior. "El mundo está patas arriba cuando un líder electo que exige el cumplimiento de una Constitución democrática es acusado de dar un golpe de Estado, pero eso es lo que ha ocurrido en Cataluña este mes", señaló el diario The Wall Street Journal, que también subraya que "Rajoy tiene que poner fin a esta farsa por respeto a los catalanes leales".

Puigdemont, el presidente de la Generalitat, quiso dedicarse a la política después de asistir a su primer mitin, donde se encontraba nada menos que Jordi Pujol, considerado uno de los principales líderes del nacionalismo catalán. Según relata el diario La Opinión de Murcia, fue en esa concentración que "le entró con fuerza el gusano de la política". Al poco tiempo ingresó a la Juventud Nacionalista de Cataluña, estudió Filología Catalana y tras su egreso comenzó su carrera en periodismo, que lo llevó a crear la Agencia Catalana de Noticias (ACN) y a la dirección del diario en inglés Catalonia Today.

Este político de 54 años ingresó a la arena política en 2006 como diputado al Parlament de Cataluña, y seis años más tarde se convirtió en alcalde de Girona. Sin embargo, la posición que ocupa ahora casi sucedió por accidente, luego que fuera llamado a última hora para liderar una particular coalición de partidos separatistas. "No es época para cobardes, ni para temerosos, ni para flojos de piernas", dijo el día de su investidura, como presidente número 130 de la historia de la Generalitat.

Hijo de una familia humilde de pasteleros, está casado y tiene dos hijas. Es aficionado a la guitarra y le gusta cantar Let it Be. De hecho, su melena recuerda el look de los Beatles. Domina el inglés y el francés, pero también el rumano, por sus contactos con periodistas y políticos del país (y de otros países de la Europa del Este), debido a que está casado con una rumana, Marcela Topor, con quien tiene dos hijas. Su estilo es más bien relajado, de hecho utiliza con frecuencia la "Girocleta", las bicicletas públicas de la ciudad. Según un perfil del diario El Periódico, es una persona discreta, con una personalidad marcada, la que se supone podría haber sido labrada en sus días de juventud. "Destaca, puede que como herencia de su etapa periodística, por un discurso ágil y una oratoria brillante, aunque tiene fama de no estar especialmente predispuesto al trabajo en equipo y de una cierta actitud escarpada, en ciertos momentos", señaló el periódico. Por otro lado, quienes lo conocen dicen que es preocupado por su círculo.

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