Manifiesto: Carlos Pinto, conductor de televisión

Carlos Pinto
21.07.17 Carlos Pinto, Periodista y conductor del programa de canal 13, Irreversible, jugando Bowling en la pista del Estadio Espa–ol. producci—n para cuerpo de Reportajes, Manifiesto foto: Marcelo Segura



La gente piensa que soy un tipo muy serio y no es así. Uno en la televisión es lo que parece, y no lo que es. Las personas creen que por hacer los programas que hago soy un tipo valiente, y no lo soy. El personaje que he creado no puede bailar, no puede reírse, viste de negro y vive en una casa oscura. La realidad es que soy un tipo bien alegre, con mucho sentido del humor. Incluso he pensado en animar otro tipo de programas. Paso todo el día tirando la talla, tengo alma de niño.

La tengo miedo a lo desconocido. Mis pesadillas tienen que ver con que voy a abrir una puerta y me voy a encontrar con elementos que hacemos en mis programas. Utilizamos muchos códigos de las películas de terror para asustar a la gente, pero que a mí también me asustan.

A los ocho años ocupaba casi toda mi mesada en ir al cine. Tenía la costumbre de ver siete películas a la semana. A veces iba con amigos y otras iba solo. Tenía un cuaderno donde iba anotando el nombre de las películas. Me gusta mucho Cinema Paradiso. Me veía reflejado en eso de hacer del cine el cordón umbilical de tu vida.

Mi papá no me dejó jugar por Colo-Colo. Tenía 10 años y había quedado seleccionado para entrar al club, pero mi papá era hincha de Audax Italiano y me dijo que si jugaba por algún equipo, debía ser ese. Antes era un buen futbolista. Jugaba de defensa y tenía buena coordinación motora, era muy orgánico para moverme. Cuando no me dejaron jugar en el club, me dio lo mismo. Me dediqué a estudiar y dejé de jugar.

Antes que la investigación periodística, a mí me gusta la creatividad. Las noticias no te dan la posibilidad de crear. Si me tocaba cubrir un choque, yo decía: "Justo cuando iba a ver a su esposa, que iba a dar luz, no alcanzó a llegar y chocó en la esquina". Le daba un sentido a la historia, no me fijaba en los detalles que les interesaban a los otros periodistas. He sido cuestionado por los puristas del periodismo por eso. Ese era el estilo que desarrollé y luego llevé al Mea Culpa.

No tengo problemas de bailar reggaetón en una discotheque. A veces vamos a Viña del Mar con mi esposa y salimos hasta tarde. Disfruto con toda la música. Me gusta el jazz, pero también me quedo con el pop. Me encantan Frank Sinatra, Alejandro Sanz y Bruno Mars.

Tuve muchas parejas, era bien irresponsable. Me gustaba divertirme el fin de semana. Las fiestas durante el viernes y el domingo eran ineludibles. Tenía parejas de fin de semana, con poco compromiso.

"En el caso de Nabila Rifo pudo no haber existido la intención de matar".

Mi peor vergüenza fue por creerme un galán. Estaba trabajando en Bolivia y conocí a una periodista muy bonita. La invité a jugar bowling. Yo era muy bueno en eso, la quise llevar a mi terreno para demostrarle las capacidades que tenía. Todo iba a salir de manera gloriosa según mis planes. Nos pusimos a jugar y en el primer tiro se me enganchó el dedo en la bola y caí en medio de la pista. Me saqué la cresta y media. Me acuerdo y me da vergüenza. A ella no la volví a ver.

He descubierto el placer por escribir, pronto voy a publicar un libro. Muchos me dicen que debe ser una crónica, pero como me gusta modificar las realidades y dejar mi punto de vista, lo convertí en novela. Está basado en una entrevista que hice en la cárcel. No me dejaron entrar cámaras. Conversamos durante cuatro horas y descubrí lo que nadie descubrió. Me da lo mismo si me creen o no, pero el libro trata de eso.

Creo que los jueces no se han equivocado en el caso de Nabila Rifo. Hay un hecho concreto, que está comprobado, pero las razones no lo estaban. Si un juez logra entender eso, pienso que está actuando en consecuencia respecto de la comprensión humana. La gente tomó mucho partido, hubo una presión bien bestial. Creo que pudo no haber existido la intención de matar. Qué bueno que la Corte Suprema pudo pensar en eso.

La crisis de TVN se debe a gente que llegó al canal por razones políticas y no por mérito en las comunicaciones. El canal es del Estado, no de los partidos ni de los momentos políticos. Cuando las direcciones toman ese carácter se genera el caos. TVN siempre ha tenido estos tumores que hacen que a través de sus pantallas tenga que haber un cuoteo político. Lamento mucho la situación en que se encuentra el canal, me cobijaron durante años.

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