Caso McCann: padres indignados por suspensión de juicio contra ex inspector que los acusó de estar implicados

Gonçalo Amaral, quien estuvo a cargo de la investigación de la desaparición de la niña, es acusado por difamación tras la publicación del libro "Maddy, la verdad de la mentira".




Los padres de Madeleine McCann, la niña británica que desapareció en Portugal en 2007, lamentaron hoy la nueva suspensión del juicio por difamación contra el ex inspector de la Policía portuguesa Gonçalo Amaral y criticaron al acusado por decidir cambiar de abogado a última hora. 

Por cuarta vez, el Tribunal Civil de Lisboa suspendió hoy durante 10 días el proceso contra Amaral, después de que el ex policía anunciara que había decidido prescindir de su abogado.

Para Gerry y Kate McCann, ello responde a una "estrategia dilatoria" por parte del expolicía, al que piden una indemnización de 1,2 millones de euros por difamación.

Aseguraron que la suspensión del proceso les crea grandes dificultades por tener que desplazarse una vez más a Portugal desde el Reino Unido y dejar a sus dos hijos gemelos a cargo de otra persona.

Gerry McCann afirmó, no obstante, que está "desesperado" por volver a Portugal y que regresará siempre que sea necesario para finalizar el proceso judicial, que se inició hace cuatro años.

Amaral, que estuvo a cargo de la investigación de la desaparición de la niña, se enfrenta a un proceso de difamación por la publicación del libro "Maddy, la verdad de la mentira". 

En el texto, Amaral sugiere la implicación del matrimonio británico en la desaparición de su hija, ocurrida el 3 de mayo de 2007 en la playa de la Luz, en el sur de Portugal.

Los McCann fueron oficialmente considerados sospechosos por la Policía portuguesa, al hallarse rastros biológicos de la niña en sus efectos personales y en un vehículo alquilado. 

Fueron exculpados después de que las muestras fueran revisadas en laboratorios de Reino Unido y los análisis se consideraran no concluyentes.

Los padres se refirieron también hoy a la nueva operación conjunta de la Policía portuguesa y Scotland Yard en las inmediaciones de la zona donde desapareció Madeleine, en el Algarve.

Las pesquisas empezaron el 2 de junio y acabaron sin éxito hace cuatro días, pero los padres interpretaron sus resultados como una señal de esperanza.

"Lo que sabemos es que no hay pruebas de que Madeleine esté muerta", afirmó el padre.

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