Chile Vamos buscará rescatar proyecto de migración de Piñera

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Parlamentarios y expertos coinciden en que iniciativas del gobierno y de la oposición requieren mejoras. Diputado Marcelo Chávez (DC) estima que la propuesta de Bachelet "se presentó para cumplir".




El Ejecutivo ingresó al Congreso el proyecto de ley de migración el 23 de agosto de 2017, cuyo texto venía a reemplazar la iniciativa presentada tres años antes, en el primer gobierno de Sebastián Piñera. A más de cuatro meses de aquel día, la propuesta ha permanecido en la Comisión de Gobierno Interior de la Cámara sin los avances ni la discusión que parlamentarios y organizaciones de la sociedad civil esperan, dado el fenómeno migratorio que vive Chile.

Los diferentes intervinientes asumen que esta legislación no será aprobada en el actual mandato. En tanto, desde Chile Vamos ya demuestran interés por rescatar el proyecto de la anterior administración.

"Me inclinaría por revivir el proyecto de 2013 y hacer las modificaciones que debamos hacer", sostiene la diputada Paulina Núñez (RN), miembro del otrora comando del Presidente electo.

Según la parlamentaria por la Región de Antofagasta, el texto de Piñera es "más responsable" que el presentado por Bachelet. En este sentido, advierte que la futura ley debe actualizar la actual visa de turista, con el objetivo de regular "quién puede entrar al país". Algo que, de acuerdo con Núñez, la visa de visitante propuesta en el texto de la Nueva Mayoría no resuelve. Esta nueva modalidad, según indica el texto, permitiría a los extranjeros llegar a trabajar por al menos un año. Para la congresista, esta modificación "abre las puertas del país de par en par", al no regular el ingreso.

Sin embargo, la diputada admite que la iniciativa de Piñera también omite aspectos fundamentales, como es la creación de una institucionalidad exclusiva de migración. "Deberíamos abogar por crear una institucionalidad acorde, no así potenciar la actual oficina con mayores recursos", como propone el proyecto original de Piñera.

Desde el oficialismo, el diputado Marcelo Chávez (DC), presidente de la Comisión de Gobierno Interior de la Cámara, es drástico al cuestionar la opción de su sector: "Ha quedado en evidencia que el proyecto se presentó para cumplir y responder a la interpelación del ministro Fernández". Esto, en relación al cuestionario que debió enfrentar el titular de Interior el 5 de septiembre pasado, 14 días después de que se presentara el texto firmado por la Presidenta Bachelet.

Para Chávez, el contenido desarrollado en las 68 páginas del proyecto demuestra "que fue hecho a la rápida". En este sentido, advierte que de ser impulsada una votación general durante las tres sesiones que restan antes del término del año legislativo, "arriesga a ser rechazado". Además, asume que se requieren modificaciones "sustantivas" para asegurar su futuro, ante lo cual, agrega, "es compleja la viabilidad del proyecto".

De acuerdo con el ex jefe del Departamento de Extranjería, Rodrigo Sandoval, "los dos proyectos son absolutamente insuficientes para lo que se necesita". Sin embargo, aclaró que se inclina por la iniciativa presentada en 2013. "Con las deficiencias que uno pudiera encontrar y la lejanía de la mirada con el fenómeno migratorio, por lo menos es un proyecto que funciona", indica Sandoval, al considerar que la propuesta actual "no le entrega al Estado ninguna herramienta para regular la migración".

Desde el Servicio Jesuita al Migrante (SMJ), su director ejecutivo, Pablo Valenzuela, afirma que ambas iniciativas "no cumplen con el enfoque de derechos" propio de los tratados internacionales firmados por Chile. En este sentido, asume que el proyecto de Bachelet propone un catálogo de derechos, aunque dice que estos pierden relevancia cuando se desarrolla el contenido. En tanto, el proyecto de Piñera, continúa, no incluye este aspecto y lo califica de "utilitarista", al pretender "mirar al migrante desde un punto de vista económico".

En avance de institucionalidad, Valenzuela explica que en los dos textos esto es "insuficiente", aunque destaca que la iniciativa de 2013 "escala en la jerarquía administrativa hasta una división, en vez de que continúe como departamento".

Tampoco habría avance, afirma el director del SJM, con respecto al sistema de visados, al considerar que ambos "se alejan de la realidad de la migración en Chile". Según Valenzuela, "ninguna posible ley establece gratificación del reconocimiento en residencia del Mercosur". Un asunto que, a su entender, "solucionaría gran parte de nuestros problemas de migración, al provenir desde países latinoamericanos el 75% de los migrantes"

Para Eduardo Thayer, presidente del Consejo Consultivo Nacional de Migraciones, "ambos proyectos no miran a la integración sino a la frontera, en seguridad y control". Eso sí, reconoce que de tener la potestad de decidir con cuál de los proyectos se debe continuar, asume que lo haría con el de Bachelet "al ser mucho más modificable" que aquel de Piñera. "Ambos son muy malos, pero el actual, al ser tan incompleto, permite corregirlo más. El anterior está demasiado rígido", indica.

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