Chofer de bus realizaba su primer viaje a lugar de tragedia

Hugo Contreras, conductor de la máquina, llevaba dos semanas trabajando en la línea Isabel Riquelme de Trans-O'Higgins.




Hugo Contreras Becerra, el chofer de 38 años que manejaba el bus que se desbarrancó en Tomé, llevaba apenas dos semanas en la empresa Trans-O'Higgins cuando optó por hacer la ruta hacia Talcahuano.

Magali Trigo, tía de la víctima, explicó que "toda la familia está muy dolida", debido a que, además del chofer, en el bus iban la señora de éste y sus dos hijos. De ellos, Contreras falleció junto a Tomás, su hijo de nueve meses, mientras que su esposa, Aracely Román, y Andrés, su otro hijo, de dos años, permanecen internados en el Hospital Regional de Concepción.

Antes de trabajar para esta empresa, Contreras ya había prestado servicio en dos líneas de buses locales dentro de Rancagua. Pero, a pesar de su experiencia, dicen los familiares, tuvo serias dificultades debido a que nunca había hecho la ruta de la cuesta Caracoles y la señalización del lugar era deficiente. Además, éstos cuentan que les llamó la atención que fueran los mismos barristas los que contrataran el servicio de un bus que no tenía ningún tipo de seguridad, porque no estaba diseñado para ello.

Los familiares del conductor decidieron marginarse de las ceremonias masivas en Rancagua, luego de que cercanos a las demás víctimas los increparon mientras realizaban trámites funerarios.

El velatorio de Contreras y su hijo se realizaría en la Parroquia Nuestra Señora del Carmen, desde esta madrugada. El funeral de ambos se efectuará el día lunes.

"Banderazo" en Rancagua

A eso de las 15.30, una multitud se acercó hasta la Plaza de los Héroes de Rancagua, en el centro de la ciudad, para recordar a los jóvenes fallecidos. Cantaron y entonaron sus himnos de estadio ayudados por los bombos de la barra y hasta por un aficionado trompetista. Poco antes de las 17 horas, como se había programado, los jugadores del plantel cruzaron caminando entre la multitud desde el edificio de la intendencia hasta la plaza.

El capitán del plantel, Luis Marín, habló en nombre de sus compañeros y expresó su dolor y solidaridad con las familias de los fallecidos. También indicó que el plantel esperaba poder cumplir este año con el sueño de la hinchada. A él se sumó el gerente general de O'Higgins, Pablo Hoffman, quien señaló que quería "enviarles un mensaje de aliento, de solidaridad y de cariño a todos los familiares".

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