Claudio Miranda, el "chileno" que está a las puertas de la gloria en Hollywood

El director de fotografía nominado por "Pi, una aventura extraordinaria", nació en Valparaíso y ha hecho una meteórica carrera.




No habla español y se fue del país al año de vida, pero para efectos prácticos, el director de fotografía Claudio Miranda es chileno. Y por ello, el segundo "connacional" en estar nominado a los premios Oscar, luego de la película No.

Es gracias a su trabajo de iluminación en la que es probablemente la cinta más aplaudida visualmente de la temporada, Pi, una aventura extraordinaria, que Miranda logró se segunda nominación al premio de la academia.

Antes lo había conseguido con La curiosa vida de Benjamin Button, de David Fincher, donde este ascendente fotógrafo hizo su entrada con honores en el competitivo mundo de los directores de fotografía más reputados de Hollywood.

Miranda nació en 1965 en Valparaíso, y al año de vida se mudó con su familia a EEUU, y no volvió más. Su trabajo en el mundo del cine comenzó desde abajo, como eléctrico y asistente. En 1984 comenzó a trabajar con David Fincher, quien era el director de escena de un pequeño estudio. En los años siguientes, participó como asistente eléctrico en el documental Rattle and hum, y apenas en un par de años, logró convertirse en jefe eléctrico (Gaffer) en la cinta El cuervo, el bullado filme que significó la muerte en el rodaje de Brandon Lee.

En paralelo, Miranda continuó colaborando con Fincher, con quien fue Gaffer en Siete pecados capitales y donde hizo la fotografía adicional. Su trabajo técnico como Jefe eléctrico lo llevó a participar en cintas como Marea roja, el fanático, El juego (de Fincher), Enemigo público y El club de la pelea.

Su ascendente carrera en el rubro técnico de la iluminación, lo llevó a debutar como director de fotografía en el 2001, con el cortometraje Tell me who Ruby was, a lo que siguieron video clips y documentales, hasta que en 2006 tuvo su esperado debut como director de fotografía en un largometraje comercial de Hollywood: fue en la comedia Novia por contrato, filme protagonizado por Matthew McConaughey y Sarah Jessica Parker.

Pero su respaldo más importante siempre ha sido de la mano de David Fincher, convertido con los años en uno de los directores más importantes y personales de Hollywood. Fue él quien le ofreció hacer la fotografía adicional de Zodiac (2007), para al año siguiente ofrecerle el rol clave en su aún corta carrera: la iluminación de su nueva cinta, El curioso caso de Benjamin Button.

Con este trabajo, protagonizado por Brad Pitt, Miranda obtuvo su primera nominación al Oscar a la mejor fotografía, y lo que resulta más llamativo, con sólo su segundo trabajo en filmes de largometraje.

De ahí en adelante, su carrera fue meteórica: habituado a superproducciones, hizo la iluminación en el remake futurista Tron, en la premiada cinta independiente Margaret (con Anna Paquin), y luego tuvo una entrevista de trabajo con Ang Lee, el director taiwanés ganador del Oscar. Finalmente, Miranda hizo la fotografía de Pi, una aventura extraordinaria, y definitivamente -y aunque no gane la estatuilla-, se consagró con este filme cuyo mayor mérito, a juicio de la crítica, es su imponente esplendor visual.

La cinta está nominada a once premios Oscar, y el "chileno" compite con reputados especialistas como el veterano Robert Richardson (Django sin cadenas), el oscarizado colaborador de Spielberg Janusz Kaminski (Lincoln), el nueve veces nomnado Roger Deakins (Skyfall), y el inglés Seamus McGarvey), de Anna Karenina.

Y si esto fuera poco, está próximo el estreno de la nueva superproducción futurista de Tom Cruise, Oblivion, donde el fotógrafo nacido en Chile continuará su metéorica carrera en Hollywood.

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