Clive Owen vuelve al quirófano: habla la estrella de The Knick

El drama dirigido por Steven Soderbergh, sobre los comienzos de la medicina moderna, regresa esta noche con su segunda temporada. Su protagonista habló con La Tercera de la serie y su personaje, y de hacer un drama de época sucio, sangriento y salvaje.




"La humanidad es difícil de curar", se lee en distintos afiches promocionales de la segunda temporada de The Knick, repartidos por Times Square, en el corazón de Nueva York. Son los mismos que cuelgan en las oficinas de HBO, casa de Max, canal que la estrena esta noche a las 23 horas en Chile, donde por una tarde se instalan a recibir a la prensa los protagonistas de esta serie que versa sobre los orígenes de la medicina y, en parte, de los cimientos de esta ciudad. "La medicina moderna tuvo que empezar en algún lugar", fue el lema su primera temporada.

Ambos eslóganes son sugerentes, certeros, pero el nuevo resume mejor la esencia de un drama sobre los doctores de un hospital neoyorquino en 1900, que fueron tan visionarios como autodestructivos. En especial su protagonista, el obsesivo Dr. John Thackery (interpretado por Clive Owen), capaz de salvar vidas y al mismo tiempo destruir la suya. Ya sea inyectándose cocaína en cantidades industriales o creyendo que un nuevo remedio desarrollado por Bayer la ayudará a dejarla: heroína. Así terminó la primera temporada, así es como comienza la nueva.

"Estoy muy orgulloso de The Knick y de esta temporada. Creo que es fantástica televisión. Es audaz, valiente, informativa y a la vez entretenida”, dice Clive Owen (Closer, Niños del hombre), sin esconder su entusiasmo por un programa que para muchos es una de las joyas del cable. “Magníficas, hipnóticas”, dijo el New York Times respecto a sus imágenes. “Mucho más que un drama hospitalario”, decretó la revista Hollywood Reporter. En ambos casos, en el contexto de muy elogiosas reseñas de la nueva temporada

-¿Qué diferencia esta temporada de la anterior?

-Esta es más expansiva -dice Owen-. Ocurre mucho más en las afueras del hospital. Sale al mundo y a las calles de Nueva York y esa es la gran diferencia que Steven (Soderbergh) quiso hacer. Eso sí, siempre  guiada por lo que sucede en el hospital.

La Nueva York de The Knick (llamada así por el hospital en el que se inspira, The Knickerbocker) es cualquier cosa menos un retrato idealizado: una ciudad agitada y vanguardista, pero muy corrupta, cruel, sucia, oscura y desigual.

-Siento que es una fotografía más honesta de cómo era la vida en Nueva York en 1900 que un montón de producciones de época que he visto -afirma Owen-. Soy inglés y me crié en una cultura en donde los dramas de época son muy bellos retratos de gente viviendo vidas muy privilegiadas, y la realidad para mucha gente es que así no era la vida en esos años. The Knick sale a la calle y la hace ver como peligrosa e inquietante, como debe haber sido. Cuando leí el guión vi algo visceral y contemporáneo, una intención de mostrarla viva y respirando. No es el drama histórico donde la gente se comporta como si viviera en otro mundo.

El actor André Holland, el afroamericano Dr. Edwards en la serie, también ve algo muy actual en este drama de época. “Está la temática racial, tuvimos un episodio de la temporada pasada donde hay una revuelta que parte por un desentendimiento entre un policía y un ciudadano. Habla mucho de inmigración. De aborto, también. Y esa es una de las cosas más sorprendentes de The Knick, que muchos de los conflictos con los que lidia son cosas de las que seguimos hablando en el presente. Quizás no hemos avanzado tanto como creemos”.

Mi jefe Soderbergh

La serie fue creada y escrita casi íntegramente por Jack Amiel y Michael Begler, la protagoniza un actor de primera línea como Owen, pero el nombre ineludible al momento de referirse a ella es otro: Steven Soderbergh. El hombre de Traffic -y de una treintena de largometrajes- la ha impregnado de su personalidad. Se nota en su dominio impecable de la cámara en mano, su exquisito sentido del ritmo, la magnética música (¡electrónica!) de su colaborador habitual Cliff Martínez, además de su afán acaparador: no solo dirige, sino que hace el casting, opera la cámara, ilumina y edita.

El elenco se rinde a su jefe. “Verlo trabajar es como ir a la escuela de cine”, dice Holland. “La forma en que Steven ha filmado estos episodios va a ser recordada”, añade Michael Angarano, el tímido Dr. Chickering en la serie. “Simplemente un genio”, opina Eve Hewson, la enfermera Elkins en la ficción; la hija de Bono (U2) en la vida real.

Clive Owen confiesa que se involucró en The Knick en gran parte por él.

-Es un gran privilegio trabajar con alguien que tiene una visión tan singular. Creativa y artísticamente no tiene miedo. No se va a la segura. Es alguien que toma lo salvaje que es el Dr. Thackery y el show y piensa en qué tan al límite puede llevar todo eso.

No tiene la importancia de la firma de Soderbergh, pero hay un detalle que también se ha vuelto un sello de la serie: los curiosos zapatos blancos del Dr. Thackery. Los fans engancharon con eso y Max respondió haciendo un promocional de esta temporada con ellos. Tocar el tema es inevitable.

-¿Fueron su opción?

-No, de la diseñadora de vestuario, pero me parecen magníficos. Thackery es un tipo muy arrogante, se cree el rockstar de los doctores. Me hace completo sentido que sean blancos.

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