Codelco desecha expansión de Salvador y evalúa opciones para dar viabilidad a la división

El proyecto San Antonio Oxidos quedó fuera del plan de negocios de 2013, por los altos costos de la energía y del agua.




Desplazado de la cartera de inversiones para 2013. Ese es el actual estado del proyecto San Antonio Oxidos de la División Salvador de Codelco. La iniciativa, cuyo fin era contribuir a la viabilidad de largo plazo de esa faena, debía entrar en vigencia en 2015.

La División Salvador , conformada por la mina Inca, de explotación subterránea, y las minas Campamento Antiguo y Damiana Norte, ambas a rajo abierto, está ubicada en la Región de Atacama e iba a ser cerrada en 2011. Sin embargo, tras una decisión de la administración -adoptada en febrero de 2010 y anunciada previamente en 2009, por la entonces Presidenta Michelle Bachelet- siguió operativa. Eso, a cambio de un plan que en ese tiempo se describía como el mayor cambio de su historia. La idea era expandir su vida hasta 2016, y si el mercado lo permitía, al 2021.

Sin embargo, en la actualidad otra es la historia. Según revelan fuentes cercanas a la minera, el proyecto -cuya inversión es cercana a los US$ 1.000 millones- no es rentable, por los costos de la energía (no se llegó a acuerdo con las eléctricas) y del agua, motivos que impulsaron a que la estatal lo sacara de su plan de negocios para este año.

El respaldo técnico de la decisión estuvo a cargo de la consultora ambiental Golder, la misma que en 2005 realizó un estudio que concluyó que sus operaciones no eran viables por sus altos costos. Ahora, la estatal encargó una auditoría para ver la viabilidad económica del proyecto y hace un mes tiene las cifras, las que nuevamente demuestran que el proyecto, como estaba confeccionado, no es viable.

La opción

La cuprera estatal ya baraja dos opciones para ver si es factible dar más años de vida a la división. Según revelan fuentes cercanas a la empresa, una idea es ver si de alguna forma es factible reformular el proyecto Oxidos. La otra opción es construir una mina a rajo abierto en la división e invertir así el orden en que se pensaba explotar el yacimiento. Esto, considerando que el proyecto San Antonio contaba con dos fases de explotación de óxidos, una de 30 mil toneladas y otra de 60 mil. Luego se iba a explorar los sulfuros, que es el mineral que está en la superficie. Es esta última etapa la que se adelantaría. Tal opción aún depende de la realización de nuevos estudios y sondajes.

Fuentes de la minera indican que esta modalidad es la más viable para el proyecto, porque al ser en superficie los costos son menores que en subterráneo. Pero advierten que, pese a ello, los plazos no se alcanzarían y esta nueva opción no estará para 2015.

De hecho, agregan que como consecuencia de lo anterior, Salvador vivirá un proceso de transición similar al de Chuquicamata, con impactos productivos importantes. Las operaciones de Salvador datan de 1959. La minera espera alcanzar una producción de 70 mil toneladas este año.

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