Comandante del Ejército de Liberación Nacional: "El ELN no está reclutando a disidentes de las Farc en Colombia"

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En entrevista con La Tercera el jefe guerrillero plantea que el gobierno de Santos no quiso un cese al fuego bilateral. También sostiene que hay "sectores del gobierno que no acompañan" el proceso de paz con el ELN en Quito.




Su nombre real es Israel Ramírez Pineda, pero en Colombia se le conoce como Pablo Beltrán. Es su nombre de guerra. El "alias" guerrillero. Su voz es tenue y su discurso calmado. Mira directo a los ojos. Piensa bien cada palabra. Su responsabilidad ex máxima. Beltrán (San Gil, 1953) es comandante del Ejército de Liberación Nacional (ELN). Ha sido designado por la guerrilla colombiana como jefe negociador en los debates que comenzaron a principio de mes con el gobierno de Juan Manuel Santos. El escenario: Quito. El objetivo: alcanzar una paz duradera, tras el acuerdo de desmovilización de las Farc. Beltrán recibe a La Tercera en una hostería a las afueras de la capital ecuatoriana.

¿Ustedes van a continuar sus operaciones militares, en su mayor parte secuestro y atentados contra instalaciones energéticas, mientras se dan las negociaciones?

Cuando nos sentamos a negociar, el gobierno puso tres condiciones. Una, diálogo directo. Dos, diálogo por fuera de Colombia. Tres, diálogo en medio del conflicto. Nosotros dijimos que preferiríamos que el diálogo se hiciese en medio de un cese bilateral. El gobierno no ha querido.

¿Por qué?

Porque es su diseño de guerra. Si ellos colocan una presión militar alta eso según ellos nos va a debilitar y nos va a llevar debilitados a la mesa. Es un cálculo de guerra.

Expertos en el proceso de paz plantean que la estructura del ELN está menos jerarquizada que la de las Farc ¿Afectará a la negociación?

Hasta ahora no ha afectado al proceso y no lo va a afectar porque acuerdo que hemos hecho, acuerdo que hemos cumplido. Más bien mire del campo contrario a nosotros. Hay sectores del gobierno que no acompañan este proceso. Pero además hay un sector de toda la elite gobernante que está en contra.

¿Está el ELN ocupando las zonas que están dejando las Farc tras su proceso de desmovilización?

No necesariamente. De muchas zonas, como están llegando paramilitares, mucha gente sí nos llama. Eso sí es cierto. Pero no tenemos las condiciones para estar en todas partes. Sí que vamos a algunas. ¿Y a qué vamos? Pues por lo menos a acudir al llamado de la gente y decir, pongamos sistemas de alerta. Sistemas de seguridad, de protección. Que a la gente tampoco la maten sin defenderse o sin protegerse. A eso vamos.

¿Interesa al ELN ganar territorio para ganar fuerza de cara a la negociación?

No, porque en últimas Colombia es muy grande y no es a todas partes donde uno puede ir. Va a unas sí y a otras no.

También se ha planteado que ustedes estarían reclutando a disidentes de las Farc. ¿Es verdad?

No. Ni ellos nos han pedido ni nosotros los hemos invitado. No va a ocurrir. Pensamos que si hay personas disidentes tendrán sus razones, su forma de organizarse, y de expresarse y nosotros no tenemos nada que ver con eso y no queremos decir que es que vamos a invitarlos a que se ingresen al ELN. Eso no va a ocurrir.

¿Esperan ustedes disidencias dentro de sus propios rangos?

Hasta ahora la unidad interna es plena. Hay un respaldo a que estemos en esta delegación, en esta mesa. Eso no está a la vista.

El narcotráfico está considerado como una de las actividades de financiación del ELN ¿Cuándo ustedes se retiren qué piensan hacer para que no entren bandas criminales en el negocio que usted dejan?

En muchas zonas campesinas la gente sí cultiva coca. Nosotros tratamos en muchas partes de hacer procesos propios de sustitución de cultivos. Hay que darle valor a la agricultura campesina. Volver a tener producción de alimentos propios para que la gente deje de ir a cultivos de uso ilícito.

Pero ustedes también se han lucrado con el narcotráfico, como medio para realizar sus operaciones…

Pero eso son cosas mínimas. En últimas nosotros no estamos vinculados en los procesos del narcotráfico que son los más rentables, que son los de producción y exportación. Lo más que nosotros le cobramos es a los comerciantes que entran a comprar la pasta de coca. Esos son los ingresos nuestros. Eso se hace con todas las actividades económicas que hay en las zonas donde nosotros estamos.

Ustedes son conocidos por haber recurrido al secuestro para cumplir sus objetivos. ¿Por qué?

Tenemos congresos nacionales internos cada 10 años. Desde los años 80 adoptamos una política: deslinde categórico con el narcotráfico. Entonces el grueso de los ingresos es cobrar impuestos. En las zonas. A las empresas. Cuando hay incumplimiento de esos acuerdos de impuestos es que nosotros hacemos las retenciones. En Colombia acaban de aprobar que quien no paga impuestos va a la cárcel. Y son retenciones temporales. Lo mismo que nosotros hacemos. Porque mantener una organización de este tamaño cuesta. Esos son los ingresos.

¿Cómo es el trato que se le da luego a los secuestrados?

Preferiría que les pregunte a ellos porque nosotros por lo general hacemos un trato humanitario. Si se enferman, hay un médico. Tratamos de que coman mejor que nosotros. De no someterlos a grandes jornadas de esfuerzo físico. Hay un trato considerado.

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