Cómo escoger talleres recreativos según las habilidades que potencian




1. Deportes individuales: Manejo de la presión y de la frustración.
Investigadores de la Universidad de Valladolid, en España, analizaron a escolares que practicaban deportes individuales y concluyeron que ellos se manejaban mejor en situaciones adversas que quienes practicaban deportes colectivos. "El niño constata sus debilidades y no puede escudarse en ningún grupo ante sus errores", dice Enrique Aguayo, psicólogo deportivo de Clínica Meds. 
También está demostrado que estos menores son capaces de organizarse mejor y aprenden a tolerar la frustración, lo que les ayuda a desarrollar más la confianza y autoestima. "Es ideal para los niños que suelen frustrarse fácilmente", aconseja Mónica Peña, psicóloga de la U. Diego Portales.

2. Deportes colectivos: Trabajo en equipo.
Dentro de un equipo, cada uno aporta desde lo que sabe. Y si el equipo gana o pierde, la victoria o la derrota es de todos. Por esta razón los deportes colectivos desarrollan una habilidad fundamental: el trabajo en equipo. Esto no significa sólo moverse como un grupo, sino que conocer las habilidades propias y de los demás, compartir el liderazgo y usar la creatividad para resolver las dificultades, según concluyó un estudio de la U. de Leibniz, Alemania. Otras habilidades que se fomentan son la socialización, el liderazgo y la capacidad de compartir el poder, es decir, aceptar órdenes de otros en una misma situación. Todas ellas son claves para el éxito en la vida adulta y en el sistema escolar y, según determinó el economista James Heckmann, sólo se pueden formar hasta los 20 años.

3. Orquestas: Facilita la inserción en el mundo laboral.
Las reglas, la prosecución de metas comunes, el respeto a la autoridad y el cumplimiento de plazos son características propias del mundo laboral que también poseen las orquestas, por lo que éstas están entre las alternativas más eficaces para preparar a los niños para el mundo del trabajo.
A ello se agrega que también se mejoran la disciplina y la perseverancia. "A las dificultades que implica aprender a practicar cualquier instrumento, se añade el desafío de tocar todos coordinadamente", dice Teresa Quintana, sicóloga de la U. Adolfo Ibáñez.
Otra investigación, de la Universidad McMaster, de Canadá, encontró que los menores que practican instrumentos muestran una memoria un año superior a su edad biológica. Esto ya que la práctica de la música aumenta la fuerza y conexiones entre las neuronas.

4. Pintura y dibujo: Planificación.
El primer paso antes de sentarse a dibujar o pintar, es pensar en qué se va a hacer. Luego, hay que decidir cómo llevarlo a la práctica, lo que supone dividir el trabajo en etapas. Todo un proceso que, muchas veces, se hace de forma inconsciente, pero que implica una planificación, la que luego puede ser aplicada en los hábitos de estudio y se puede traducir en un mejor rendimiento. Por ello, esta actividad es vital para los niños que tienen dificultades para organizarse.
Además, se desarrolla la confianza en sí mismo. "Permite expresar las emociones, reconocer la identidad y de ahí, desarrollar la autoestima", afirma Isidora Mena, psicóloga de la U. Católica.

LOS DEPORTES UNO A UNO

- Atletismo y natación: Los resultados dependen de una sola persona, por lo que se potencia la resistencia frente a las propias experiencias. Se forman personas más independientes y autónomas. 

- Tenis: Se desarrolla la toma de decisiones, porque hay que pensar rápido ante las jugadas del adversario.

- Artes marciales: Se promueven la defensa, el autocontrol y la paciencia. 

- Hockey: Se potencia la cooperación aún más que en el fútbol, por la dificultad que supone este deporte para desplazarse. En él, las individualidades no son posibles. 

- Fútbol y básquetbol: Los practicantes aprenden a dividirse las funciones y a visualizar sus debilidades y fortalezas.

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