Consejo del BC: parte la cuenta regresiva

Un acuerdo implícito, no escrito, que cada cierto tiempo irrumpe en la agenda del gobierno de turno, del que lo sucederá y de las fuerzas en el Congreso. La sucesión de cupos en el consejo del Banco Central es un tema que pese a los requisitos técnicos de los cinco profesionales que lo integran y el carácter autónomo que se busca imprimir, casi siempre termina definiéndose en la arena política. Ya en la cuenta regresiva, en las próximas semanas, esa dinámica se repetirá cuando el gobierno inicie la búsqueda formal del economista que propondrá a la oposición para la vacante que desde el próximo 10 de diciembre dejará libre Sebastián Claro, tras cumplir su período de una década en la institución. Aunque el profesional UC es vicepresidente del Central, el cupo que deja es como consejero.

A menos de un mes para que Claro se retire del BC, en la oposición afirman que el ministro de Hacienda, Nicolás Eyzaguirre, no ha abordado ni siquiera informalmente el tema, pero también aclaran que están atentos a los pasos que podría dar el jefe económico para evitar sorpresas. El bloque entiende que se trata de una vacante que les corresponde llenar con un profesional de su sensibilidad política, coinciden los senadores de RN José García Ruminot y de la UDI Juan Antonio Coloma, quienes así como destacan que todas las administraciones han respetado la rotación de cupos en el consejo, en esta ocasión la compleja relación que ha habido entre el actual gobierno y la oposición, sumado a una carrera presidencial beligerante como la actual, son factores que podrían complicar tanto la propuesta de Eyzaguirre como el trámite de aprobación del nombre en el Senado.

Hacienda nada ha dicho, pero es el senador García quien abre el naipe y adelanta que para Renovación Nacional (RN) el nombre para la vacante que se generará en el consejo del BC es sólo uno: el del economista UDI Juan Andrés Fontaine, ex ministro del gobierno de Piñera.

"No lo hemos conversado aún con él, aunque su nombre ha sido un candidato de nuestro sector por largos años, y tampoco tengo certeza sobre su actual disposición para un cargo así. Pero para RN quien debe llegar al BC debe ser Juan Andrés Fontaine, y hablar de las credenciales está de más, porque todos sabemos que es la persona", dice.

Ahora bien, agrega el parlamentario, la disposición y las credenciales son una cosa, la convicción del gobierno por asegurar los votos de la Cámara Alta, es otra. "No tengo duda de que el ministro Eyzaguirre y la Presidenta Bachelet respetarán la sensibilidad del cupo. No puedo asegurar que compartan nuestra carta", acota.

Los tiempos del proceso hacen casi inevitable que Claro deje el BC sin un reemplazo definido, admite Coloma, aunque no ve problema en ello. De hecho, pasó con el reemplazo del ex presidente del BC Rodrigo Vergara, quien dejó su cupo como consejero tres años antes, en diciembre de 2016, y fue reemplazado por Rosanna Costa desde enero pasado.

"No hay novedad alguna, el gobierno no nos ha dicho nada sobre el tema. Está más que claro que esto quedó supeditado al resultado de las elecciones, lo que, en todo caso, no significa que no sepamos dónde buscar y quién o quiénes creemos que tienen las credenciales para el cargo", afirma Coloma.

¿Otros nombres en carrera? El senador UDI evita especular; García señala como opción al gerente de la División de Estudios del BC, Alberto Naudon, uno de los nombres que se testearon para el último nombramiento en el BC, en enero pasado, y que finalmente recayó en Costa, ex directora de Presupuestos del gobierno de Piñera. Fue la Presidenta Bachelet quien decidió proponer al consejo a una profesional mujer altamente calificada y reconocida, al margen de su signo político.

Ni Coloma ni García creen que haya riesgo de que la rotación política en el BC se vulnere. Pero sí prevén que el resultado de los comicios del próximo domingo acentuarán o no el ímpetu con que Bachelet, a través del jefe de Hacienda, busque conciliar el nombre antes de llevarlo al Congreso.

Coloma y García integran la Comisión de Hacienda de la Cámara Alta hace muchos años y desde ahí han jugado un rol clave en las negociaciones en torno al BC y a los proyectos económicos que han llegado al Congreso desde el retorno de la democracia. Ambos, además, van a la reelección este domingo 19.

En Chile Vamos y también en el comando de Piñera aclaran que el ánimo ha sido no abrir el próximo nombramiento en el Central -ni siquiera informalmente- hasta no saber cuál será el peso del bloque para negociar con el gobierno y eso es algo que sólo conocerán tras la jornada electoral.

El cálculo con el que concuerdan varios de los integrantes del equipo económico de la candidatura del ex senador RN es que si en primera vuelta el ex mandatario supera el 44,03% que obtuvo en la elección de diciembre de 2009, el sector podrá imponer su posición sin un contrapeso potente por parte del jefe de Hacienda. En ese caso, anticipan que Fontaine -si aceptara- sería la carta única para el BC.

Un punto en que sí ven alguna dificultad, tanto en el comando de Piñera, donde Fontaine es uno de los cuatro coordinadores económicos, y también en la dirigencia de Chile Vamos, es que a quien Eyzaguirre proponga la vacante y a quien reúna las condiciones que el bloque considera clave para llegar hasta el consejo del Central habrá que despejarle dos cosas o asegurar una de ellas.

La primera es que Claro es vicepresidente, pero quien lo reemplace lo hará sólo como consejero, ya que esa función la asume por tradición el integrante más antiguo de la mesa, y en esta ocasión es Joaquín Vial, quien ingresó en febrero de 2012. Lo segundo es que aun cuando Piñera ganara la presidencial, el nuevo consejero entrará a una entidad cuyo presidente, Mario Marcel, termina su período recién en diciembre de 2021 y, por tanto, aunque el ex mandatario volviera a La Moneda, no podría asegurar la futura presidencia del BC