Demócratas del Senado de EE.UU. boicotean votación de dos nominados a gabinete

Comisión de finanzas del estado (EE.UU)

Aplazaron la nominación de los secretarios del Tesoro y de Salud. Gobierno también enfrenta rebelión de alcaldes y empresarios.




Los demócratas del Senado de EE.UU. boicotearon ayer una votación en una comisión sobre dos de los nominados para el gabinete por el Presidente, Donald Trump: Steve Mnuchin como secretario del Tesoro y Tom Price para el departamento de Salud y Servicios Humanos, aplazando el proceso.

Al menos un demócrata debe estar presente para que pueda votarse en una comisión, pero decidieron ausentarse. Los demócratas dijeron que el aplazamiento se debe a que quieren más información sobre las operaciones con acciones de Price en una compañía médica australiana, así como por reportes sobre prácticas del antiguo banco de Mnuchin, OneWest, que al parecer contradijeron en ambos casos sus declaraciones ante los senadores.

El republicano Orrin Hatch, presidente de la Comisión de Finanzas del Senado, calificó de "sorprendente" y "ofensivo" el boicot demócrata. "Van a votar que no, lo han dejado muy claro. Deberían dejar de hacer poses y de actuar como idiotas. ¿Qué pasa con el otro partido? ¿Están tan amargados con Donald Trump?", dijo a sus correligionarios en la comisión.

El senador Ron Wyden, el demócrata de más alto rango en la comisión, dijo a los periodistas que su partido no está listo para evaluar a ninguno de los nominados. "Dejamos claro que necesitamos información adicional para realizar estos juicios", señaló.

Otras rebeliones

Pero el "boicot" protagonizado por los demócratas es tan sólo una de las manifestaciones de rechazo que ha enfrentado el nuevo gobierno de Donald Trump. Por ejemplo, varios alcaldes de ciudades de EE.UU. se han negado a ayudarlo a ejecutar redadas masivas contra los inmigrantes indocumentados para expulsarlos del país.

La resistencia local ha estado liderada por los alcaldes del Partido Demócrata de las grandes ciudades del país, donde viven la mayor parte de los inmigrantes y que en las elecciones de noviembre votaron por la ex candidata presidencial demócrata Hillary Clinton. El alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, prometió la semana pasada que "desafiará en los tribunales" cualquier medida que Trump tome para retirar fondos federales a las "ciudades santuario".

Los alcaldes de Chicago, Rahm Emanuel, y de Los Angeles, Eric Garcetti, también han renovado estos días su compromiso para luchar contra la hostilidad de Trump y continuar siendo una "ciudad santuario", definición bajo la que se incluyen cientos de urbes y condados.

Las polémicas decisiones adoptadas por Trump contra los inmigrantes también han abierto una grieta entre el mandatario y las empresas. Las críticas más virulentas llegaron desde Silicon Valley desde donde ejecutivos de Apple, Microsoft, Airbnb y Google se contaron entre quienes rechazaron la decisión de impedir el ingreso a EE.UU. a personas de siete países de mayoría musulmana. "Apple no existiría sin inmigración", afirmó Tim Cook, director ejecutivo de Apple. La poderosa Cámara de Comercio de EE.UU. dijo que la política anunciada por Trump está creando confusión en compañías que tienen como empleados a residentes legales o con doble nacionalidad.

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