Dermatología: cómo la piel delata a los fumadores

El consumo de esta sustancia puede afectar a nivel cutáneo de manera aguda y crónica, como la aparición de puntos negros y arrugas peribucales.




El cigarrillo constituye la mayor fuente exógena de incorporación de radicales libres en el organismo, por eso su consumo está relacionado con múltiples tipos de cáncer y otras patologías, incluyendo afecciones a la piel. Así, el tabaco ha llegado a ser la causa del 17% de la mortalidad del país, de acuerdo a la Encuesta Nacional de Salud 2009-2010.

La doctora Tatiana Riveros, dermatóloga de Clínica Alemana, explica las consecuencias cutáneas de fumar.

Esta sustancia actúa por mecanismos directos e indirectos:

• Directo: se ejerce por el contacto del humo con la piel, cavidad nasal, bronquios y pulmón.

• Indirecto: es consecuencia del paso de sus componentes por vía sanguínea después de ser inhalado. Altera la oxigenación tisular, la cicatrización, la inflamación, la respuesta inmune y la función endocrina, entre otros.

Además, la nicotina produce lesiones cutáneas características como comedones o puntos negros grandes en la cara, uñas amarillas, pigmentación de la boca, lengua vellosa negra y la manifestación más común: envejecimiento cutáneo precoz.

"El rostro del fumador tiene grandes arrugas, piel grisácea y pérdida de la grasa de las mejillas con prominencia de los contornos óseos. El envejecimiento cutáneo se correlaciona con la cantidad y duración del hábito", aclara.

Agrega que es importante destacar la "actitud del fumador" con arrugas radiales peribucales (conocido como "código de barra") y perioculares por fumar con los labios apretados y los ojos cerrados, y estar con el entrecejo fruncido por la irritación del humo.

El tabaco también aumenta el riesgo de desarrollar o empeorar algunas enfermedades de la piel como psoriasis y pustulosis palmoplantar, caída de cabello, lupus eritematoso sistémico, patologías cutáneas de los diabéticos y enfermedad vascular periférica, entre otras.

PROBLEMAS DE CICATRIZACIÓN
La doctora Riveros explica que el tabaco también altera los procesos de cicatrización al producir vasoconstricción, lo que hace que los capilares aumenten su malla capilar para incrementar la irrigación local que falta. Esto produce mayor sangramiento, además de cicatrices menos estéticas y más gruesas; las suturas se abren antes de tiempo, hay pérdida de pelo en la cicatriz y disminución o detención de la cicatrización de heridas crónicas, entre otros.

Por esto, al hacer un procedimiento quirúrgico, se recomienda dejar de fumar y, además, la especialista aconseja mantener cuidados permanentes de la piel de la cara: "Lo más importante es la limpieza diaria con productos suaves, nunca dormir con maquillaje, usar contorno de ojos y de labios dos veces al día, aplicarse cremas hidratantes de día con protector solar y nutritivas de noche", asegura.

En los hombres, el lavado diario de cara es muy importante y, en pieles más grasas, se aconseja el uso de un exfoliante suave en la zona de la nariz una vez a la semana. Existen cremas hidratantes y bálsamos aftershave que son muy adecuados en caso de irritación postafeitado.

Comenta

Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.