Director ejecutivo de la comisión nacional organizadora de la Iglesia: "Cuesta monetizar el beneficio que tendrá la visita del Papa Francisco"

Javier Peralta, director ejecutivo de la comisión nacional organizadora de la Iglesia

A tres meses del evento, defiende el ítem de $ 4 mil millones y analiza el tira y afloja con la Fach.




A 91 días de que aterrice el Papa Francisco en Chile, la Comisión Nacional de la Iglesia para la visita del Sumo Pontífice trabaja intensamente en los preparativos. "Ya entramos en la recta final", lanza Javier Peralta, director ejecutivo de esa instancia. En conversación con La Tercera, el periodista se refiere a la preparación de los actos masivos, las campañas de recaudación de fondos y la próxima visita de la comitiva del Vaticano. Pero también responde a las críticas surgidas por el alto costo que tendrá la actividad, que bordea los $ 4 mil millones, y a algunos nudos críticos que aún quedan por desatar, como el uso de la Base Maquehue, en Temuco, y la tensión que eso genera con la Fach.

Esta semana se generó una polémica por los anunciados $ 4 mil millones que costará la visita. ¿Cómo recibieron esas críticas?

Como algo muy necesario. Es razonable preguntarse si, efectivamente, es el monto adecuado, si vale la pena y cuál será el uso de esos recursos. Nosotros tenemos la convicción de que el beneficio que tiene la visita del Papa Francisco es muy grande, pero también cuesta monetizarlo, porque está relacionado con la convivencia social de un país. Es un intangible. Si comparamos esos $ 4 mil millones con el beneficio para Chile, que puede ser enorme, estamos seguros de que vale la pena hacerlo.

En dinero va casi todo a los actos masivos de las tres ciudades.

Un 92% es para montar y preparar los lugares de los encuentros masivos, es decir, Iquique, Temuco, el Parque O'Higgins y Maipú. En general, esos $ 4 mil millones se invierten en la contratación de servicios para la visita. Por ejemplo, proveedores de vallas papales, pantallas, agua, máquinas para nivelar terrenos, etc.

Respecto de la Base Maquehue, de la Fuerza Aérea (Fach), que es el lugar que se usará para la misa masiva en Temuco. ¿Están conformes con lo que ha dicho esa rama sobre el uso del espacio?

Parte del desafío es que no hay un precedente para este movimiento tan grande de gente. El punto que ha levantado la Fuerza Aérea es que ese lugar tiene un uso distinto del que nosotros le queremos dar durante tres días. Y la conversación ha girado en torno a cómo se compatibiliza el uso de la Fach con el que nosotros, que pedimos prestado el espacio, le queremos dar. Y eso ha dado origen a ponerse de acuerdo, por ejemplo, en cuánto es el espacio o cuáles pueden ser los mejores accesos y condiciones. En esa conversación estamos y la ha llevado el gobierno con la Fach, que ha demostrado toda la voluntad de prestárnoslo. De eso no hay dudas. Lo que hay que ver es cuál es el mejor diseño. Si son 60 hectáreas o no, si están más acá o más allá.

Pero el general Jorge Robles, comandante en jefe de la Fach, dijo públicamente que serán 60 hectáreas, de un total de 200, y 700 metros de la pista de aterrizaje. Queda la sensación de que la comisión cree que debe conversar más el tema...

Creemos que tiene que ser conversado. La definición de cuál es la superficie y ubicación adecuada es una conversación que hay que tener, considerando el punto de vista de todas las partes: gobierno, la Fach y nosotros. La Fuerza Aérea tiene una idea y nosotros tenemos que evaluar si esa idea se ajusta a las necesidades nuestras y del gobierno.

La frase "dona un día de tu sueldo" también levantó cuestionamientos. ¿Cree que fue una mala elección?

La lógica de un día dedicado a la visita del Papa es que a todos les signifique lo mismo. Me parece más discriminatorio pedir diferenciadamente. Pero debo dejar en claro que hay muchas maneras para que las personas participen en la visita, no sólo financieramente.

Algunos se preguntan por qué esta visita no la financia el Vaticano.

Porque la visita papal nace de una invitación de la Iglesia y del Estado chileno. Y estos $ 4 mil millones abarcan solo la visita apostólica. Hay muchos aspectos del Estado que se deben tener en consideración. Es Chile quien lo invita y se hace cargo de financiar esa visita.

¿El Vaticano no pone nada que no sea el avión del Papa?

Exactamente. Por obvio que suene, el Vaticano pone al Papa. Pero nosotros queremos que venga y nos hacemos cargo de la visita. Y para ello, el mecanismo tiene tres fuentes de financiamiento. A través de la recaudación de diócesis, congregaciones y fundaciones ligadas a la Iglesia, que ya lo han hecho. Mediante los feligreses. Y, en tercer lugar, con empresas o personas, en la lógica del uno a uno. Es para todos los que quieran aportar, sin que nadie esté obligado. Y nos pareció que transparentar los números era una forma de participación de la gente.

¿Cree que el tema de los $ 4 mil millones despertó un ánimo crítico?

No me parece. Eso no está centrado en la persona del Papa Francisco, sino que es algo acorde a los tiempos actuales. Todo gasto evidentemente que tiene un uso alternativo. Los $ 4 mil millones se podrían ocupar también para otras cosas. Esto no es una competencia y no queremos que por la gira se dejen de hacer cosas importantes. Hace 30 años no se desplegó una campaña con este nivel de masividad. Eran otros tiempos. No había una lógica de cuestionar los gastos ni existía la exigencia de transparencia actual. Hemos visto una reacción saludable de mucha gente, de preguntar cómo y para qué. Y eso nos impone una responsabilidad para el uso eficiente de los recursos.

¿Esas dudas han frenado la ayuda?

Para nada. Hemos visto una respuesta espectacular. Por ejemplo, en los voluntarios. Ya tenemos 13.600 personas inscritas en un mes y esperábamos 15 mil en tres meses. En Iquique y Temuco aún faltan algunos. En Santiago estamos bastante bien. Nuestros indicadores en redes sociales, en videos, en colegios, en lo que se escucha el himno, son todos muy buenos. Veo alegría y entusiasmo. Este fin de semana (hoy) tendremos la campaña de colecta. Será la demostración de si efectivamente fue o no una buena idea el salir a buscar los recursos.

¿Consideran suficiente lo que han hecho o pensaban que a estas alturas iban a estar más avanzados?

Estamos a tiempo, totalmente dentro del calendario. Ciertamente que es un lapso estrecho, nos hubiera gustado tener más tiempo para preparar la visita, especialmente en aspectos espirituales y ligados a la fe, pero vamos muy bien con todo.

¿Qué viene a hacer la comisión del Vaticano que llega a fin de este mes?

Principalmente, a aspectos de protocolo. Hay que pensar que el programa se anuncia formalmente dos meses antes de la visita, es decir, a mediados de noviembre. Por lo tanto, esta visita de la comitiva del Vaticano, que es dos semanas antes de anunciar el programa oficial, es para revisarlo y darle un cierre.

¿Ya se sabe qué canal hará de cabeza de serie de la transmisión?

Todavía está en definición.

¿Está feliz con este proceso?

Totalmente. Todos estamos ansiosos. Esto va avanzando muy bien.

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