Diuréticos: la peligrosa moda de la "dieta falsa" que puede producir la muerte

<p class="bullet">El mal uso de estos productos genera arritmias que comprometen la vida de quienes los consumen. Esta moda, utilizada mayoritariamente por mujeres jóvenes para adelgazar, sólo deshidrata. </p> <p class="bullet">Autoridades sanitarias y parlamentarios, cuestionan la venta libre de este producto.</p>




Se trata de una dieta falsa que hoy es moda entre las jóvenes chilenas. Así la denominó el ministro de salud Jaime Mañalich.

"Los 400 o 500 gramos que bajan las personas que los consumen, en cuestión de días, entregan un peso falso, porque se está pesando una persona deshidratada, la única pérdida que tiene es falsa.  No hay pérdida ni de grasa, ni se otras sustancias", explicó a La Tercera el secretario de estado.

Consumir diuréticos de manera irresponsable puede ser mortal. Estos fármacos generan fácilmente hipo arritmias cardiacas.

Los otros efectos adversos tienen relación con que producen eliminación de líquidos exagerada, llevando al paciente a una hipovolemia, una baja presión y desmayo. También estos fármacos eliminan grandes cantidades de potasio, produciendo hipocalemia, generan debilidad muscular y como consecuencia, las personas sufren falta de fuerza y cansancio.

FÁCIL ACCESO
La compra de diuréticos requiere prescripción médica para algunos que se venden en farmacias tradicionales, grandes cadenas y homeopáticas. Pero, la receta médica no es retenida. Además, las autoridades sanitarias y parlamentarios, advierten que se pueden conseguir libremente.

En las grandes cadenas, los usuarios pueden encontrar tres principios activos disponibles, como medicamentos  genéricos en este mercado, bioequivalentes certificados por el Instituto de Salud Pública y a muy bajo costo. En total, los diuréticos registrados por el ISP son 230.

El primero es la Furosemida, diurético de asa utilizado en tratamientos para la insuficiencia cardíaca congestiva, hipertensión y edema. Cuesta  sólo $310 una caja de 12 comprimidos.

El otro genérico es el Hidroclorotiazida, tiene un valor de $360 el paquete de 20 píldoras. Actúa eliminando sodio y potasio, arrastrándolo a través del agua en el cuerpo. Es utilizado para pacientes con hipertensión, insuficiencia cardiaca, nefritis, glomérulo nefritis y con riñón tapado.

El tercero corresponde a la Espironolactona, que se puede conseguir a $760 los 20 comprimidos. Se le denomina el "diurético débil", en cuanto a que generalmente se combina con otros en los tratamientos que lo incluyen. Se recomienda para pacientes con insuficiencia cardíaca, con enfermedad hepática, hipertensión arterial, baja renina, Síndrome de Conn, entre otras.

Pero es en el mercado alternativo donde los usuarios adquieren diuréticos a casi 4 veces más caros y sin receta médica.

Por ejemplo en las farmacias homeopáticas, se puede acceder a la Gotita 47, si se requiere para molestias renales o hipertensión arterial. También venden la Gotita número 10 como remedio para eliminar líquido. Ambas cuestan alrededor de 3 mil pesos.

En otras farmacias tradicionales pero que no pertenecen a las grandes cadenas, se vende a 6 mil pesos el diurético Hidrium, sin receta médica.

RECETAS FALSAS
El presidente del Colegio Médico, Enrique Paris y el diputado PPD Enrique Accorsi, explicaron a La Tercera que hoy no existe norma en el código sanitario que regule la impresión, el uso y el control de las recetas.

"Cualquier persona puede copiar el nombre de un médico, ir a una imprenta, crear el talonario incluso con el número del Colegio Médico inventado o copiar otra receta", comenta Paris.

Para el diputado Accorsi, en Chile "hay una especia de mercado cautivo con mucha ignorancia por parte de la gente. Las personas se automedican y ese es el problema que vemos al proyecto de  Ley de venta Libre de Medicamentos que se discute en el parlamento. Es un tremendo peligro porque la ciudadanía no tiene los conocimientos para tener una automedicación responsable".

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