EE.UU. y Cuba abren histórico diálogo para restablecer relaciones diplomáticas

En la primera jornada de negociaciones que se llevan a cabo en La Habana, a puertas cerradas, se trató el tema migratorio.




Estados Unidos y Cuba iniciaron ayer en La Habana unas históricas conversaciones de dos días para preparar el restablecimiento de relaciones diplomáticas tras medio siglo de quiebre, aunque ambas partes aclararon que no esperan que todos los asuntos pendientes queden resueltos en estas jornadas. "Al menos hemos acordado que estamos en desacuerdo sobre algunos temas", declaró el "número dos" de la delegación cubana, Gustavo Machín, horas después de iniciada esta reunión a puertas cerradas, destinada ayer a asuntos migratorios.

Recién en las reuniones de hoy, enfocadas en el restablecimiento de las relaciones y la apertura de las embajadas, participará la subsecretaria de Estado para el Hemisferio Occidental, Roberta Jacobson, la funcionaria estadounidense de más alto rango en la isla desde 1980. Ese año viajó a Cuba tres veces el subsecretario de Estado, Peter Tarnoff, durante la Presidencia de Jimmy Carter.

La reunión de ayer, que se lleva a cabo en el Palacio de Convenciones de La Habana, se produce cinco semanas después del anuncio de los presidentes Barack Obama y Raúl Castro de abrir una nueva era en la historia de los vínculos entre ambos países.

"Nuestro cambio de política hacia Cuba tiene el potencial para terminar con un legado de desconfianza en nuestro hemisferio", dijo el martes Obama en su discurso sobre el Estado de la Unión al referirse al acercamiento con la isla. "Estamos poniendo fin a una política que debería haber terminado hace tiempo. Cuando uno hace algo que no funciona durante 50 años es hora de probar algo nuevo", afirmó el mandatario estadounidense al pedir al Congreso que empiece a trabajar este año para levantar el embargo contra isla, que comenzó a ser impuesto en 1960.

La parte cubana, encabezada por la directora general de Estados Unidos de su cancillería, Josefina Vidal Ferreiro, expresó su "preocupación" por el mantenimiento de la política de pies secos-pies mojados y de la ley de Ajuste Cubano de 1966, que ha impulsado la salida de cubanos hacia Norteamérica debido a los beneficios migratorios únicos.

Esas disposiciones "siguen siendo el estímulo principal a la migración ilegal, al tráfico de emigrantes y a las entradas irregulares a Estados Unidos desde terceros países de ciudadanos cubanos que viajan legalmente al exterior", afirmó Vidal. "La parte cubana también señaló que no están siendo devueltos a Cuba todos los emigrantes ilegales cubanos interceptados en alta mar, lo cual es contrario a los acuerdos migratorios" de 1994 y 1995, dijo.

Las delegaciones -donde la parte norteamericana estaba liderada por el subsecretario de Estado adjunto, Alex Lee- revisaban ayer los acuerdos migratorios firmados tras la crisis de los balseros de 1994.

"Esto es parte de las consultas en curso, no buscamos ninguna meta específica (en migración). No tenemos grandes expectativas de que tengamos acuerdos" en temas migratorios, dijo un funcionario estadounidense a la agencia France Presse.

"La naturaleza productiva y colaborativa de la discusión de hoy prueba que, pese a las claras diferencias que persisten entre nuestros países, Estados Unidos y Cuba pueden encontrar oportunidades para avanzar en nuestros intereses mutuamente compartidos", dijo Lee. La parte cubana, en tanto, destacó que "ha sido una jornada provechosa".

Además otros dos temas preocupan a La Habana y serán conversados en estas dos jornadas: el embargo y la permanencia de Cuba en la lista del Departamento de Estado norteamericano de países que patrocinan el terrorismo, lo que priva a la isla de créditos internacionales.

Washington ha dicho que la revisión de la lista "está en proceso" y que Cuba podría ser borrada.

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