EgyptAir: Submarino se une a búsqueda de cajas negras de avión

"Hasta ahora son posibles todos los escenarios", afirmó el presidente egipcio respecto a la causa detrás de la tragedia aérea.




Egipto hoy envió un submarino para participar en la búsqueda de las cajas negras del avión de EgyptAir, que se estrelló en una profunda zona del Mar Mediterráneo con 66 personas a bordo, informó el presidente egipcio, Abdel-Fattah al Sisi.

Los barcos que indagan la zona marítima al norte de Alejandría desde hace tres días han hallado partes humanas, pertenencias personales y restos del Airbus 320 siniestrado, pero no han localizado aún las grabadoras, que podrían arrojar luz sobre la causa de la tragedia ocurrida el jueves recién pasado.

Sisi anunció que están siendo enviados equipos sumergibles de la industria petrolera para ayudar con la búsqueda.

"Tienen un submarino que puede llegar a los 3.000 metros bajo el agua", dijo en un discurso televisado. "Fue trasladado hoy en dirección al lugar donde se estrelló el avión, porque estamos trabajando duro para rescatar las cajas negras".

Las cajas negras, o registradores de vuelo, permitirán descubrir la actividad registrada de los instrumentos y conversaciones en la cabina, minutos antes del accidente. Al respecto, investigadores franceses dijeron que el avión lanzó una serie de alertas indicando que había sido detectado humo a bordo, poco antes de desaparecer de los radares.

Las señales no indicaron qué causó el humo o el fuego, y expertos en aviación no han descartado ni el sabotaje deliberado ni una falla técnica, pero ofrecieron pistas previas sobre qué ocurrió en los momentos anteriores a la tragedia.

"Hasta ahora son posibles todos los escenarios", afirmó Sisi en sus primeras declaraciones públicas sobre la tragedia. "Así que, por favor, es muy importante que no hablemos ni digamos que hay un escenario específico".

EgyptAir informó a los familiares de las víctimas -en su mayoría egipcios y franceses -que la recuperación e identificación de los cuerpos podría durar semanas, lo que se añadió a su dolor e incertidumbre.

Samar Ezzedine, de 27 años y recién casada, era una de las azafatas del vuelo 804. Su madre Amal permanece sentada en la recepción de un hotel desde el que se ve el Aeropuerto de El Cairo, esperando el regreso de su hija.

"Ella está desaparecida. ¿Quién celebra el funeral de una persona desaparecida?", murmuró.

La tía de Samar, Mona, dijo que Amal se niega a volver a su casa ni quiere moverse de la entrada del hotel. "No quiere creerlo (...) Le pedí que apagara el teléfono, pero ella me dijo: ¿Qué pasa si llama Samar?".

Un sindicato de EgyptAir pidió a Sisi que permita la expedición de certificados de defunción para las víctimas, para evitar el habitual retraso de cinco años en el caso de personas desaparecidas, lo que deja a los familiares en un limbo legal, incluido en lo referente a las pensiones.

En su discurso del domingo, Sisi aseguró que la investigación no acabará pronto, aunque prometió que será transparente.

"Esto podría durar mucho tiempo, pero nadie puede ocultar estas cosas. La gente será informada en cuanto se conozcan los resultados", dijo a ministros y parlamentarios en la ciudad portuaria de Damietta.

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