El despegue del cohete más poderoso de la historia

El SLS tendrá potencia suficiente para lanzar una nave espacial a Marte o a un asteroide. Su primera prueba será en 2018.




Los viajes tripulados que la Nasa contempla realizar a un asteroide, en 2025, y a Marte, a partir de 2030, requerirán de una capacidad de transporte sin precedentes. Por eso, y aun con problemas de presupuesto, la agencia ha estado trabajando en tener a tiempo a Orion, su nueva nave espacial, y el vehículo que lo pondrá en órbita, el Sistema de Lanzamiento Espacial (SLS), el cohete más poderoso que se haya creado hasta ahora.

Este miércoles, la agencia dio un paso decisivo en esta cronología, al anunciar que el SLS realizará su primera prueba en noviembre de 2018, tras confirmar la continuidad del programa.

EL SLS pasó la etapa administrativa conocida como "punto clave de decisión" (KDP-C, siglas en inglés), que fijó en 7.021 millones de dólares el costo base del cohete hasta su primera prueba, fase que ningún vehículo espacial había superado desde los transbordadores.

Más allá de la órbita baja

El SLS es un cohete de carga pesada, cuyo diseño fue completado en 2013. Su tecnología es la misma que la Nasa usó en el programa Apollo y los transbordadores. De hecho, utiliza motores sobrantes de misiones anteriores.

Según la agencia, la fecha anunciada para su primera prueba -en que el cohete lanzará a Orion más allá de la órbita baja de la Tierra- es un cálculo realizado por la comisión que analizó detalles de ingeniería y de costos, tomando en cuenta que pueden surgir problemas, aunque es probable que el cohete esté listo antes.

"La junta de revisión nos dice que si no hacemos nada, básicamente tenemos una probabilidad del 70% de llegar a esa fecha", dijo William Gerstenmaier, director de operaciones de la misión. "Nuestra intención y la del equipo de Marshall (Space Flight Center) es dar un vistazo a esos problemas y ver qué podemos hacer para mitigarlos".

"Estamos en un viaje de exploración científica y humana que nos guía a Marte. Y estamos firmemente comprometidos con la construcción del vehículo de lanzamiento y otros sistemas de apoyo que nos llevarán en ese viaje", dijo el administrador de la Nasa, Charles Bolden. No obstante, hasta hoy, las únicas misiones cubiertas por el presupuesto proyectado de la agencia son tres vuelos de prueba (Orion en diciembre, SLS en 2018 y un vuelo de prueba tripulado alrededor de 2021).

Para su vuelo de prueba en 2018, el SLS podrá elevarse con 77 toneladas de carga y llevar una nave Orion sin tripulación. En su configuración más potente, tendrá una capacidad de elevación de 143 toneladas, lo que permitirá misiones a un asteroide y a Marte.

Robert Lightfoot, administrador asociado de la Nasa, destacó que no se trata de un solo vehículo de lanzamiento, sino de una serie. "Esto es el inicio de una especie de modelo de producción de la forma en que vamos a desarrollar los vehículos que necesitamos para llevar gente más allá de la órbita baja, pasando del vehículo de 77 toneladas a, finalmente, un cohete de 143 toneladas que llevará gente a Marte", dijo a la CBS.

El mismo medio señala que los críticos al programa han cuestionado la baja tasa de vuelos proyectados para el cohete -un lanzamiento cada dos años- y el hecho de que sea un lanzador de carga pesada antes de especificar los requisitos técnicos de las futuras misiones. Ante eso, los directivos de la Nasa defienden la necesidad del cohete para las travesías hacia el espacio profundo y creen que el programa es sostenible en el largo plazo. Característica fundamental, considerando que SLS y Orion se transformaron en reemplazantes del programa Constellation, cancelado por no ser sostenible.

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