El enigma de los tatuajes de Ötzi, el hombre de hielo

Con 5.300 años, la momia más antigua conocida registra 61 misteriosas marcas en su cuerpo. ¿Tatuajes, acupuntura o símbolos religiosos? un nuevo hallazgo aumenta la incertidumbre.




El 19 de septiembre de 1991, el matrimonio alemán conformado por Erika y Helmut Simon fue protagonista de uno de los descubrimientos arqueológicos más importantes de la historia. En medio de una excursión por el valle de Ötztal en los Alpes italianos, divisaron los restos de un hombre congelado que con el tiempo sería conocido como Ötzi, "el hombre de hielo".

La momia, revelada tras un derretimiento de nieve, estaba bien conservada y estuvo en esas condiciones por al menos 5.300 años. Los análisis determinaron que al momento de su muerte Ötzi tenía 45 años, 1,60 metros de altura y casi 50 kilos de peso, siendo identificado como una "momia húmeda", debido a que las células individuales del cadáver han mantenido la humedad suficiente para permitir investigaciones detalladas. Además, se trataba de restos humanos naturales, es decir, no fueron alterados por ritos funerarios.

Su historia

Así, a través de diversas investigaciones se descubrió que en vida, Ötzi sufría de problemas cardíacos, tenía caries, era intolerante a la lactosa y que en la actualidad tiene al menos 19 parientes vivos, llegando incluso a reconstruir su rostro. Pero el cadáver también entregó evidencias del primer crimen registrado en la prehistoria. Ötzi fue cazador, arquero y falleció desangrado a causa de un flechazo que le atravesó la espalda y un fuerte golpe en la cabeza, aunque en este último caso se desconoce si se trata de una lesión producida por su enemigo, una caída al intentar huir o si se golpeó tras recibir la flecha.

Las marcas

El cuerpo posee varias marcas dispuestas en distintas áreas de su piel y desde su descubrimiento han sido un misterio para los investigadores. Sin embargo, hay algunos avances. En el Instituto EURAC en Bolzano (Italia) utilizaron una técnica no invasiva para mostrar cada uno de ellos, encontrando uno nuevo en el tórax en malas condiciones, debido al oscurecimiento de la piel.

De esta forma fue posible realizar una completa cartografía con los tatuajes desde varios ángulos, utilizando una técnica que usa todas las longitudes de onda desde el infrarrojo al ultravioleta, encontrando algunas marcas imperceptibles para el ojo humano. En total son 61, con tamaños que van desde los 0,7 a 4 cm, con dos cruces, numerosas líneas paralelas y en su mayoría ubicados en las piernas (entre la rodilla y el pie) y la parte baja de la espalda.

Evidentemente se trata de las marcas corporales documentadas más antiguas del mundo, pero hasta ahora se desconoce su fin, ignorando si se trata de tatuajes, símbolos ligados a alguna religión o alguna terapia similar a la acupuntura para las articulaciones. ¿Qué papel tenían estas marcas en la prehistoria? ¿Cuál es el motivo de la marca en el pecho?

Por ahora, es una pregunta sin respuesta, y se instala el debate sobre la importancia de este factor en los hombres de la prehistoria.

Fuente: LiveScience, Journal of Cultural Heritage

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