El neoconservador que arremete contra Trump

[Estados Unidos] Robert Kagan fue asesor de George W. Bush. Pero hoy es uno de los más duros críticos de Donald Trump y en noviembre votará por Hillary Clinton.




"Hoy los norteamericanos no pueden confiar en el sistema para que los salve de la posibilidad de tener un presidente fascista. Y ciertamente no pueden confiar, en primer lugar, en los republicanos que produjeron esta amenaza", escribió el pasado fin de semana Robert Kagan en su columna del diario The Washington Post. El historiador estadounidense, autor de obras como "El regreso de la historia y el fin de los sueños", no es ajeno al partido de Abraham Lincoln y Ronald Reagan. Al contrario, desarrolló su carrera al alero de destacadas figuras republicanas, como el ex candidato a vicepresidente Jack Kemp o el ex secretario de Estado George Schutlz. Sin embargo, desde que Trump se alzó como la más probable carta presidencial republicana se ha convertido en el más férreo opositor al empresario, a quien acusa de traer el fascismo a Estados Unidos.

Considerado una de las figuras más reconocidas del neoconservadurismo norteamericano, que alcanzó relieve durante el gobierno de George W. Bush, Kagan es hoy partidario de Hillary Clinton por considerar que "es la mejor opción para salvar a Estados Unidos del populismo" del empresario neoyorquino. Por eso, desde febrero no ceja en sus columnas en The Washington Post de apuntar contra la amenaza que, según él, representa un eventual gobierno de Trump. "Cuando la plaga descendió sobre Tebas", escribió en febrero pasado, "Edipo envió a su cuñado al oráculo de Delfos para descubrir la causa y descubrió que el crimen por el cual Tebas era castigado era el suyo. Hoy el Partido Republicano es nuestro Edipo. Una plaga descendió en el partido en la forma del más exitoso charlatán-demagogo en la historia de la política de Estados Unidos".

Esa columna titulada "Trump es el Frankestein del partido republicano" marcó el quiebre definitivo con su anterior colectividad a la que había estado ligado con cargos de mayor o menor relevancia desde principios de los 80.  A fines de esa década fue el redactor de discursos del secretario de Estado de Ronald Reagan, George Schutlz; durante el gobierno de George W. Bush, a comienzos de la década pasada fue asesor del Comité para la Liberación de Irak formado por la Casa Blanca y, en las campañas de 2008 y 2012, asesoró a los candidatos presidenciales republicanos John McCain y Mitt Romney en asuntos internacionales. Pero esa relación se quebró  por el avance de Trump y al igual que otros republicanos ha dejado claro sus distancias con el empresario a quien acusa de traicionar los principios republicanos.

"Todo el fenómeno Trump no  tiene nada que ver tampoco con el Partido Republicano, excepto en su rol histórico como incubadora de esta singular amenaza a nuestra democracia", escribió Kagan, asegurando  que "este fenómeno ha surgido en otras democracias o cuasi democracias en el último siglo y generalmente se lo  denominó 'fascismo'". Afirmaciones que alimentaron el debate entre intelectuales e historiadores en EE.UU. sobre el avance del neo fascismo, no sólo en ese país, sino también en Rusia con Putin y en Turquía con Erdogan.

"No hay una semana en que Trump no entregue nueva evidencia de que o no entiende o no valora nuestro sistema político y legal. En el pasado, los norteamericanos no sabían cuando votaban que su presidente podría abusar de sus poderes ejecutivos. Esta vez, y por primera vez, lo saben", escribió el fin de semana, en el último capítulo de su campaña contra el empresario. Una arremetida, que de paso, ayuda a la campaña de Hillary Clinton, con quien Kagan ha venido estrechando vínculos.

La relación entre el historiador, hoy vinculado a la Brookings Institution, se inició a comienzos del  gobierno de Barack Obama cuando Clinton reclutó a su esposa, Victoria Nuland -ex asesora del vicepresidente Dick Cheney- como vocera del Departamento de Estado y luego la designó subsecretaria de Estado para Asuntos Europeos, desde donde supervizó la crisis ucraniana en 2014. Paralelamente, Kagan se incorporó como asesor al Departamento de Estado. "Me siento muy bien con su política exterior. Si lleva a cabo la política que creo llevará adelante, es algo que podríamos llamar neocon", aseguró en 2014 en una entrevista a The New York Times. Incluso Kagan ha comenzado a llamar a su visión neconservadora como "liberalismo intervencionista", del cual Hillary Clinton aparece como su principal exponente.

"Cerebro gris" de la ofensiva del gobierno de Bush contra Irak, Kagan reniega hoy del partido que lo formó y lo acusa de haber creado un monstro. Trump es, asegura, "una creación del Partido Republicano. El partido lo trajo a la vida, el partido lo alimentó y, lo terminó haciendo lo suficientemente fuerte como para destruir a su creador".

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