Emprendedor de la semana: batallando contra el Parkinson

Patricia y su hijo confeccionaron un dispositivo que busca ayudar a los pacientes con esa enfermerdad, devolviendoles la independencia.




En Chile, según datos del Plan Auge, existen 15 mil pacientes con Parkinson. Sin embargo, de manera extraoficial, las cifras hablan de  cerca de 35 mil personas que conviven con esta enfermedad degenerativa, que afecta principalmente el sistema motor y para la que no existe cura.

Patricia García es una oriunda de Concepción que a los 40 años fue diagnosticada con esta enfermedad. Cuando se lo informaron, cuenta que se desmoronó, pero decidió dar la batalla. Diecisiete años después, está a días de lanzar al mercado un dispositivo que busca ayudar a quienes, al igual que ella, combaten día a día con el Parkinson.

No Freeze se llama el dispositivo que Patricia, junto a Miguel Pino, su hijo y kinesiólogo de profesión, confeccionaron para ayudar a los pacientes con la enfermerdad a superar los bloqueos de marcha, problema típico que afecta el control del movimiento de los pacientes. El dispositivo confeccionado por esta madre junto a su hijo emite unas luces verdes que funcionan como marcas en el piso.

“No Freeze es un dispositivo de ayuda técnica para la marcha, está diseñado para que los pacientes con parkinson lo usen en su vida diaria y compensen, en cierto nivel, las dificultades que genera la enfermedad en su caminar”, explica Miguel.

La historia del dispositivo comenzó hace unos cuatro años, cuando Patricia pensaba en  ideas para enfrentar la enfermedad. “Mi mamá, buscando la forma de cómo salir del bloqueo de marcha, descubrió que a través de percibir una marca en el piso y concentrándose en ella, podía salir del bloqueo más fácilmente. Ahí comenzó”, cuenta Miguel.

Fue así como Patricia comenzó a investigar y a buscar si en alguna parte existía un aparato que le permitiera marcar el piso al momento de un bloqueo. “Investigando di con que en Inglaterra había un dispositivo que con una luz marcaba el piso. Era un aparato que emitía una luz roja, pero esa luz roja no se veía en todas partes, sólo al interior de las casas y en la tarde-noche. En base a eso empecé a diseñar la idea”, relata.

Conversando sobre esto con su familia y algunos cercanos, le recomendaron acercarse a Innova Bío Bío (hoy parte del Comité de Desarrollo Productivo del Biobío) para solicitar ayuda en la confección de su dispositivo. “Llegué preguntando, ahí me guiaron y me ayudaron con los primeros fondos para confeccionar el prototipo”, cuenta la emprendedora.

Patricia dice que el apoyo de su hijo Miguel ha sido fundamental en la creación de No Freeze. “El apoyo de Miguel ha sido incondicional en esta historia. Él me ordena las ideas porque yo funciono de una manera muy desordenada. Él me escucha, las organiza y las concreta, es un pilar en la creación de esto”, dice. Y subraya que “él estudió kinesiología porque le gustaba y cuando le conté mi idea, no dudó en ayudarme”.

Patricia se presenta como una mujer perseverante, y aunque se las ingenia para convivir de la mejor manera con la enfermedad, cuenta que hacerlo no ha sido fácil. “Los primeros ocho años de la enfermedad ya son terribles, pero con el tiempo la cosa se pone peor. A los años aparecen las verdaderas crisis, los bloqueos de marcha, las descompensaciones. Cuando uno cree que ya se acostumbró a la enfermedad, hay que volver a cero”, confiesa.

El ser un paciente activo, cuenta Miguel, es un aspecto muy relevante para hacer frente a la enfermedad. “Mi mamá tiene la característica de ser un paciente que no se deja estar con la enfermedad, siempre trata de buscar soluciones y es bastante proactiva en su propio estado de salud. Se preocupa de conocer la enfermedad para así poder buscar una mejor calidad de vida. Esa es una característica que ha sido vital para sacar adelante el proyecto”, recalca Miguel.

Respecto a la efectividad del dispositivo, Patricia dice que lo utiliza frecuentemente y que en varias ocasiones la ha ayudado a continuar caminando. “Lo ando trayendo en la cartera, siempre. Me ayuda, es un apoyo de seguridad, porque sé que puedo salir a la calle y tengo claro que soy capaz de volver sola, porque el láser lo puedo ver en todos los suelos. Me siento independiente”, asegura.

El dispositivo No Freeze saldrá a la venta oficialmente a fines de marzo, pero, afirma Miguel, la producción será pequeña debido al poco capital. “Hasta ahora hemos trabajado únicamente con fondos públicos, que han sido un aporte fundamental. Pero mirando hacia adelante, no nos cerramos a trabajar con algún inversionista que nos ayude a sacar adelante al proyecto”.

Con el lanzamiento de No Freeze, Patricia recalca que espera hacer más amena la convivencia con la enfermedad. “Aunque no haya creado la idea original del dispositivo, quiero compartirla para hacerla accesible. Cuando uno tiene esta enfermedad cree que entra a un túnel oscuro, sin salida, y este tipo de cosas te muestran que hay esperanzas”, finaliza.

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