Emprendedor de la semana: democratizando el acceso a exámenes médicos

Junto a su mujer diseñó un dispositivo que busca facilitar el diagnóstico y tratamiento de las infecciones urinarias.




En 2011, Mario Soto y Sara Droguett decidieron introducirse en el camino del emprendimiento. Así comenzó este matrimonio lo que hoy es un exitoso proyecto que tiene por principal objetivo democratizar y hacer más accesibles los exámenes médicos.

Mario (en la foto) es un médico veterinario de 62 años, con experiencia en investigación y desarrollo; Sara, es nutricionista y experta en administración hospitalaria. Según Mario, la idea de ser emprendedores es algo que siempre tuvo en mente. “Decidimos ser emprendedores sociales como una opción de vida. Queríamos hacer algo en conjunto y que ambos pudiéramos aportar con nuestros talentos y capacidades”, asegura Mario.

En su trayectoria profesional, cuenta que siempre fue independiente, pues trabajaba realizando investigaciones para diversas entidades. “Un amigo me dijo que tenía un talento para desarrollar proyectos y me recomendó que me dedicara a eso por mi propia cuenta. Finalmente lo hice”, relata.

Ese comentario lo llevó a decidir formalmente que se dedicaría a ser emprendedor. Hoy, 6 años más tarde, junto a su mujer diseñaron un producto que promete que revolucionará la forma de hacer exámenes. Diagnochip: un dispositivo que permite realizar antibiogramas rápidos que muestran en alrededor de ocho horas con qué medicamento se debe combatir una infección urinaria. “El sistema convencional tarda entre 3 a 5 días en dar resultados, pero con este dispositivo la espera baja a ocho horas y es mucho más accesible”, explica Mario.

El proyecto de esta pareja comenzó como una simple idea y relatan que el Centro Innovo Usach fue la primera entidad que les brindó apoyo. “Le presentamos a dos incubadoras nuestra idea pero ninguna creyó que fuera un buen proyecto. Innovo Usach nos ayudó a concretar nuestra idea desde el verdadero inicio”, cuenta Mario.

El ingreso al Centro Innovo, relata Mario, fue el hito que marcó un antes y un después en la historia de Diagnochip. “En marzo de 2012 comenzamos a trabajar la idea junto a ellos y en septiembre de ese mismo año logramos adjudicarnos un fondo de Corfo para elaborar el prototipo. Luego de ese momento comenzó todo el trabajo de elaboración hasta ser lo que es hoy”, dice Mario.

En relación al porqué decidieron incursionar en las infecciones urinarias y los exámenes relacionados, Mario explica que “la infección urinaria es una enfermedad de alcance global, está en todo el mundo. Afecta a más del 50% de las mujeres y está aumentando su presencia en adultos mayores. Es un problema global”, sostiene.

Luego de obtener el financiamiento de Corfo, Mario y Sara comenzaron a buscar empresas y entidades que los pudieran ayudar en el diseño y elaboración del prototipo. Pero luego de una intensa búsqueda, notaron que en el mercado nacional no había entidades que los pudieran ayudar. “En Chile no estaba lo que necesitábamos. En España, en cambio, encontramos muy buenos partners. Desde hospitales médicos especializados hasta universidades que nos ayudaron con el diseño en 3D. En Chile faltan muchas cosas, acá ni siquiera había una empresa que nos diseñara la matriz del dispositivo Diagnochip”, cuenta Mario.

Por el momento, Mario y Sara se encuentran preparándose para la final del concurso The Chivas Venture, iniciativa mundial orientada a premiar proyectos que tengan un impacto positivo en la sociedad. “Postulé de chiripa al concurso. Con Sara tenemos un lema: no perdemos nada con intentar. En este caso lo peor que nos podía pasar era no quedar en el concurso, pero quedamos. Postularon 2.700 proyectos en todo el mundo, de los que sólo 27 llegamos a la final. Esa es una señal de que nuestro proyecto va por un buen camino”, puntualiza Mario.

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