En Bolivia impulsan parque jurásico

<font face="tahoma, arial, helvetica, sans-serif"><span style="font-size: 12px;">Con huellas de más de 75 millones de años, el municipio de Toro Toro espera explotar el potencial turístico de los dinosaurios.</span></font>




El municipio boliviano de Toro Toro, llamado por sus habitantes la "tierra de los dinosaurios" por la gran cantidad de huellas que dejaron hace miles de años todo tipo de saurios en esa región, espera que se conozca aún más su parque, con potencial para investigaciones, y que aumente el turismo para beneficiar económicamente a un pueblo agricultor.

Aunque es relativamente desconocido hasta ahora, el Parque Nacional Toro Toro, en el centro de Bolivia, es considerado por los investigadores como uno de los sitios de mayor potencial para las investigaciones paleontológicas, arqueológicas y culturales.

Con ese atractivo, además, el alcalde de Toro Toro, Eliodoro Uriona, le dijo a ANSA que espera subir de 10.000 visitantes que llegaron este año a 50.000 en el futuro inmediato, para cambiarle la matriz económica a su pueblo que vive sólo de la agricultura.

Sólo en el área del parque se registraron ya más de 2.000 huellas perfectamente conservadas de saurópodos, ankilosaurios, genosaurios y velociraptores que vivieron hace miles de años en esa zona de las estribaciones andinas del corazón sudamericano.

Según el director de paleontología del Museo Nacional de Historia, Bernardo Mamani, las huellas tienen una antigüedad de 75 millones de años y retratan "la parte final de la era de los dinosaurios" en esta parte del continente sudamericano.  

Los saurios transitaron desde el sur del actual territorio de Perú hasta el norte argentino, "donde hay gran formación de fósiles de finales de cretácico" y dejaron sus huellas en Toro Toro, que era entonces una región de pantanos.

Sobre los 166 kilómetros cuadrados del parque que transcurren de los 2.000 a los 3.800 metros sobre el nivel del mar entre las huellas en las montañas se descubrió ya, escondidas por la tupida vegetación, decenas de cavernas de gran profundidad.

Según un informe del grupo ítalo-brasileño Akakor, que exploró parte de los 7 kilómetros de profundidad de Humajalanta (agua que se pierde en la tierra), existen allá formaciones de estalactitas y estalagmitas "de sorprendente belleza".

En Humajalanta y Chiflón, dos de once cavernas exploradas aunque sólo superficialmente se han encontrado también restos fósiles y arqueológicos de miles de años de antigedad y se ha constatado ya la existencia de otras 35.

Junto a centenares de huellas de dinosaurio perfectamente conservadas y decenas de cavernas inexploradas en el parque, se han identificado 23 sitios arqueológicos en los que existen pinturas rupestres de antigedad desconocida.

Ajenos a la importancia paleontológica del Parque y los secretos de las profundidades de sus cavernas, la gente de Toro Toro construyó ya 15 réplicas de "tamaño real", con efectos de sonido y movimiento, de otros tantos tipos de dinosaurio.

En un poco habitual acuerdo de cooperación mutua, el municipio de Toro Toro incorporó al de Cochabamba en el circuito turístico como su "principal portal de ingreso" al parque jurásico.

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