Encuesta CEP: Piñera y Guillier protagonizan estrecha disputa en segunda vuelta presidencial

Si bien no corresponde a un ítem que mida intención de voto de la gente, se trata de la principal pregunta de la encuesta del Centro de Estudios Públicos (CEP) y la que sirve para que se vaya reconfigurando el escenario político. Ante la consulta sobre "quién le gustaría que fuera la o el próximo Presidente de Chile?", Sebastián Piñera sigue liderando esas preferencias, con un 23,7%, seguido por Alejandro Guillier, quien logra un 12,8%.

Es una diferencia de 10,9 puntos porcentuales, mayor a la que se registró en la medición anterior (realizada en noviembre-diciembre), que llegaba a 6,2 puntos.

Pero, más allá de ese hecho, el resultado contiene dos factores principales. Primero, que ambas cartas no crecen. Pese al despliegue en terreno, a la cobertura de los medios de comunicación y a la presentación de equipos para su campaña, Piñera sólo sube 3,6 puntos. Se trata de un alza que supera en 0,6 puntos el margen de error de la muestra (que es de +/- 3%), aunque se da, también, en medio del debate que surgió por la administración de su patrimonio. De hecho, en el comando del ex mandatario atribuyen este resultado a que durante el período del trabajo de campo de la encuesta Piñera enfrentó numerosas críticas por su patrimonio (ver página 6).

Guillier, en tanto, baja 1,1 punto. Hace rato que algunos dirigentes y analistas dicen que la situación de Guillier se debería, en parte, a que aparece rodeado de casi todos los partidos de la Nueva Mayoría, coalición que en esta encuesta vuelve, tal como en la versión de julio-agosto, a su peor registro histórico: un 8% de aprobación ciudadana.

Cercanos a Guillier dicen que eso, considerando que él se ha presentado como un candidato independiente y ajeno al mundo político tradicional, es uno de los elementos que más le juega en contra.

El segundo factor es que la medición termina por consolidar lo que ya se anticipaba en la encuesta de noviembre-diciembre: la disputa presidencial será entre Piñera y Guillier, tanto por estas cifras como por lo que arroja una nueva pregunta incluida en la encuesta, en la que se mide el escenario de una eventual segunda vuelta.

En un balotaje entre ambos, la carta de la oposición se impone con un 32,9%, mientras que el abanderado del eje progresista de la Nueva Mayoría recibe un 28,7%. Y ese ítem, a diferencia del anterior, sí mide intención de voto, lo que corresponde a una medición más precisa que la simple preferencia presidencial respecto a lo que podría ocurrir en las elecciones. Son, apenas, 4,2 puntos de diferencia, lo que grafica una estrecha competencia. En esta última consulta, además, hay un 16,1% que no sabe o no contesta, mientras que un 22,3% que dice que no votaría o que marcaría nulo/blanco. Es decir, más de un 38% no está, al menos por ahora, con ninguno de los dos abanderados.

Muy atrás en la encuesta aparece la abanderada de la DC, Carolina Goic. En un escenario de segunda vuelta figura a más de 21 puntos por debajo de Piñera: la senadora logra 14,2% frente a un 36% del ex presidente.

Y en las preferencias presidenciales -que corresponde a una pregunta de mención espontánea-, la senadora apenas acapara un 2,1%, aunque es la primera vez que figura en esta medición.

Pese a las explicaciones que hubo ayer en ese partido para justificar el magro resultado, lo cierto es que el trabajo de campo -que se realizó entre el 26 de abril y el 22 de mayo- alcanzó a medir todos los principales hitos de su candidatura, que fue proclamada el 11 de marzo, más de un mes antes de que se comenzara a realizar la encuesta.

En ese lapso de tiempo la DC decidió ir a primera vuelta, Goic lanzó numerosas propuestas programáticas de manera pública, convocó a varias pautas de prensa tras reunirse con ministros y comenzó a marcar fuertes diferencias con el gobierno. Todo esto, acaparando, a través de su figura, el debate público que se ha generado en el oficialismo en las últimas semanas. Esto, además de contar con un alto porcentaje de conocimiento entre las personas (61%).

Tal como la encuesta de noviembre-diciembre fue un fuerte revés para Ricardo Lagos -quien recibió esa vez un 5% de las preferencias presidenciales-, esta nueva medición del CEP es un duro golpe para la candidatura de Goic, que ha insistido en permanecer vigente pese a que eso signifique que su partido sea marginado del acuerdo parlamentario de la Nueva Mayoría.

La inquietud por ese último factor es extendida entre los diputados de la DC, que tendrán que enfrentar dos situaciones: arriesgarse a que la bancada se vea reducida al tener que competir en una lista separada del resto de los partidos de la coalición -tal como se ha advertido en varios informes con proyecciones electorales- y tener que desarrollar sus campañas parlamentaria bajo el alero de una candidata que marca apenas un 2,1%.

El escenario provocará que el resto de la Nueva Mayoría aumente su ofensiva para que Goic decline su postulación, apelando al argumento ya conocido: que Guillier es la carta más competitiva para derrotar a Piñera. La duda está en si al interior de la DC se mantendrán cuadrados detrás de su abanderada.

A cinco meses y medio de la elección presidencial de noviembre aún existe un alto porcentaje de indecisos. Un 41,6% de los consultados no sabe o no contesta quién prefiere como Presidente de la República.

La cifra es el doble de lo que reflejó la encuesta del CEP en un período similar para los comicios de 2013. Ese año, el sondeo de julio-agosto, tres meses antes de la elección, arrojó que existía un 20% de indecisos.

Sin embargo, el porcentaje actual ha ido bajando progresivamente, desde un inédito 61,5% en la medición de julio-agosto de 2016, pasando a un 49% en el sondeo siguiente (realizado en noviembre-diciembre del año pasado). Es decir, en nueve meses ha disminuido casi 20 puntos porcentuales.

"Nunca una coalición había tenido una aprobación tan baja como la Nueva Mayoría". La frase la pronunció en agosto del año pasado el coordinador del área de opinión pública del CEP, Ricardo González, cuando el bloque oficialista llegó, aquella vez, a un 8% de aprobación, su peor resultado en esta encuesta desde que se conformó el conglomerado detrás de la candidatura de Michelle Bachelet.

Esa cifra subió a 10% en la medición de noviembre-diciembre, pero ayer regresó a su mínimo histórico, justo en el peor momento de la Nueva Mayoría, que se encuentra al borde de un quiebre con la Democracia Cristiana.

El resultado marca un contraste con la percepción que tiene la gente sobre la forma como la jefa de Estado está conduciendo su gobierno. En esa área Bachelet recibe un 18% de aprobación, junto con un 57% de rechazo y un 21% que ni aprueba ni desaprueba.

Bajo este escenario, la Mandataria apostará a su legado personal, destacando, principalmente, la gratuidad en la educación, algo que comenzó a realizar desde hace varios meses y que coronó el jueves pasado en el discurso que pronunció durante su última cuenta pública ante el Congreso.

Carolina Goic fue proclamada por la DC el 11 de marzo, mientras que a fines de ese mes Beatriz Sánchez fue levantada como carta presidencial por dos de las figuras mejor evaluadas de la encuesta CEP: los diputados Giorgio Jackson y Gabriel Boric. Pocos días después, a principios de abril, la periodista comunicó públicamente que asumiría el desafío.

Con incluso menos tiempo que la abanderada de la falange como candidata presidencial ya lanzada a la carrera hacia La Moneda, Sánchez logró un mejor resultado en las preferencias presidenciales del sondeo difundido ayer. Un 4,8% (más del doble que Goic) dice que le gustaría que se convierta en mandataria, mientras que los encuestados también la transformaron en la figura política mejor evaluada, con un 44% de valoración positiva y un 29% de rechazo. Con eso, Sánchez desplazó del tope a Guillier (que aparece segundo) y a quienes la levantaron como candidata (Jackson y Boric, que se mantienen en tercer y cuarto lugar, respectivamente).

El punto negativo para Sánchez es que sólo un 1,5% de los consultados dice creer que ella se convertirá en Presidenta de la República, la misma contradicción que tuvo al comienzo Guillier entre esa pregunta y las preferencias presidenciales que recibía. Si bien el senador fue revirtiendo esa dicotomía en algunas encuestas, en la del CEP no ha logrado repuntar: en la medición de noviembre-diciembre logró un 12,7%, y en el sondeo de abril-mayo se situó en un 11,9%, frente a un 44,7% de Piñera.