Estrenan documental sobre Palestina a 50 años de su ocupación

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El extenso reportaje de Anwar Farrán y Rafael Cavada se exhibe hoy en el Centro La Moneda. Coincide además con los 70 años de la partición del ex mandato británico.




Las murallas y las fronteras dentro de Cisjordania son el paisaje físico de cualquier palestino promedio. Construcciones desarrolladas con la lógica de una nación en estado de emergencia rodeada de países árabes, estas paredes y sus respectivos checkpoints son la expresión más evidente de un territorio ocupado. En este caso, de una zona palestina gobernada por israelíes.

Por la misma razón sus imágenes son recurrentes en el documental Bajo ocupación, extenso reportaje desarrollado por los periodistas Rafael Cavada (1967) y Anwar Farrán (1980).

Filmado durante 12 días de noviembre de 2016, Bajo ocupación se interna en la cotidianidad a menudo dramática de la mencionada Cisjordania, un territorio de 6 mil kilómetros cuadrados y 3 millones 200 mil habitantes al este de Israel. Desde julio de 1967, tras la Guerra de los Seis Días, permanece ocupado por las fuerzas israelíes, pero los datos de composición de su población son indesmentibles: 2 millones 800 mil palestinos y 570 mil israelíes, la mayoría de ellos colonos.

La película, que dura cerca de una hora y 20 minutos, se muestra hoy a las 19.45 horas en la Cineteca del Centro Cultural La Moneda, con entrada libre previa inscripción. "Nuestra intención es que se exhiba posteriormente en otras salas y estamos viendo la posibilidad de presentar la película en el Festival de Cine de Lebu", explica Anwar Farrán, periodista de Mega con experiencia previa en TVN y Telemadrid, entre otros canales de televisión.

"Hace muchos años que albergaba el interés de hacer este documental. La gente, en rigor, no sabe mucho lo que es Palestina. No saben que no es un Estado reconocido internacionalmente, que no tiene fronteras ni tampoco aeropuertos. No saben, después de todo, que está ocupado hace 50 años y lo que ello significa", comenta Farrán, que es de origen libanés por línea paterna.

Bajo ocupación se subdivide en cuatro partes que describen la vida, de madrugada a noche, en las ciudades más importantes de los territorios ocupados: Jerusalén Este, Belén, Ramallan y Hebrón. En todas impera la ley de los checkpoints y los muros, y los asentamientos de israelíes son el síntoma del poder de Israel.

Producida con aportes de los propios realizadores ("a pulso" especifica Rafael Cavada) y con crowdfunding, la película contó además con el apoyo de la PBS (Palestinian Broadcasting Corporation) y de la organización no gubernamental Breaking the Silence, grupo de ex soldados israelíes que buscan enfrentar el conflicto palestino-israelí de una forma más racional.

"No son pacifistas ni nada por el estilo. Se declaran patriotas israelíes, pero tratan de tener criterio con lo que pasa", explica Rafael Cavada, reportero con horas y horas de experiencia en el frente extranjero, incluyendo la caída de Saddam Hussein en 2003. "Los de Breaking the Silence consideran también que la ocupación es económicamente insostenible. Uno de ellos nos contaba que cuando era soldado, había entrado a las 2 de la mañana, a una casa de palestinos para pedir papeles de identidad, metralleta en mano. Pero él sabía perfectamente cuántos vivían en la casa, cuáles eran sus identidades y qué hacían. Lo único que conseguían era amedrentar, dejarles claro a los palestinos que los israelíes gobernaban sus vidas", comenta Cavada.

Cámaras y agujeros

Conocidos desde su trabajo conjunto en TVN, Cavada y Farrán se repartieron la labor en partes equitativas en Palestina, aunque el primero reconoce que el gestor de todo el proyecto fue Anwar Farrán. En su afán por introducirse en la cotidianidad de la ocupación, este último logró varias escenas en los puntos de chequeo, donde expresamente está prohibido usar cámaras.

"Se trata de lugares mal iluminados, lóbregos, donde se hace patente la máxima humillación hacia los palestinos", dice. "Si alguien debe llegar a las 8 de la mañana a su trabajo, es probable que tenga que levantarse a las 4 para luego estar dos horas metido en un checkpoint. Hay prohibición de filmar, pero me las arreglé para grabar con pequeñas cámaras tipo GoPro. Tengo los trajes llenos de agujeros donde las suelo esconder. Si nos pillaban, nos deportaban", agrega Farrán.

La película se estrena además un día después de la conmemoración de los 70 años de la división del mandato británico de Palestina: el 29 de noviembre de 1947 se repartió el territorio entre Israel y Palestina y, ya está dicho, en 1967 los israelíes ocuparon la actual Cisjordania. Esta vida de emergencia también se refleja en el documental en un encuentro con un colono israelí de Hebrón, la ciudad donde se vive la ocupación de manera más candente.

"En Hebrón hay 200 mil palestinos, 850 colonos y 650 soldados que vigilan y cuidan a los israelíes. Es decir, casi un soldado por cada colono", cuenta Cavada. "Lo que hicieron fue dividir a Hebrón en dos zonas, H1 y H2. Hay muchos colonos israelíes que se toman casas de palestinos y las hacen suyas. Hay un centro, equivalente a algo así como nuestra Plaza de Armas, que está cerrado por los soldados de Israel. Es una ciudad fantasma", afirma. Luego describe un encuentro poco amistoso: "Justamente ahí fue donde uno de los colonos nos atacó, nos insultó y, para peor, el soldado lo protegía a él. Hasta los niños nos gritaban en contra. El colono y, por supuesto, el soldado, tenían armas de fuego. Debo reconocer que tuvimos temor".

Ubicada al sur de Cisjordania, Hebrón tiene una historia de antología. Cavada recuerda el caso de Baruch Goldstein. "Era un extremista y hay un memorial dedicado a él. Asesinó en 1994 a 29 palestinos que rezaban y dejó heridos a otros 120. Cuando se le acabaron las balas, los sobrevivientes lo mataron a palos".

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