Ex directores del Trabajo enjuician elección en la CUT

María Ester Feres, Marcelo Albornoz y Alvaro Pizarro lamentan las polémicas que abrió la última en elección en la CUT. Pero aseguran que no es un tema nuevo y advierten que las irregularidades seguirán mientras no cambie el sistema de votación indirecta, y el pago de cuotas previo a la emisión del sufragio. Todos coinciden en que esto hace un daño tremendo al movimiento sindical.




Catorce días han transcurrido desde las elecciones de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), y más allá de la autoproclamación de Arturo Martínez (PS) como vencedor, sus contendores no reconocen su triunfo y acusan vicios en el proceso.

Esta situación preocupa a los ex directores del Trabajo María Ester Feres, Marcelo Albornoz y a Alvaro Pizarro, quienes concuerdan en que toda la polémica en torno al proceso de elecciones en la multisindical “genera una mala imagen del movimiento sindical” y “daña la imagen de la CUT frente a todos los trabajadores”.

La Dirección del Trabajo (DT) es un agente en el proceso de elecciones de la Central, pues participa del proceso como ministro de fe. Este rol es uno de los argumentos que esgrime Arturo Martínez para asegurar que el proceso se realizó en forma transparente.

Desde la Dirección del Trabajo declinaron pronunciarse respecto de la transparencia de la elección, y precisaron que “la única actuación que le corresponde es la de aportar ministros de fe al momento del sufragio y escrutinio, los que solo deben dejar constancia de los hechos que se verifican en esta etapa del proceso electoral, sin facultad de hacer ningún tipo de calificación jurídica”.

Los ex directores del organismo coinciden en que el proceso estuvo envuelto de irregularidades, y plantean que los problemas en las elecciones de la Central son históricos.

“En la CUT históricamente ha habido una tendencia a tener conflictos, la cual cada vez es mayor. No es casualidad, ni algo novedoso lo que actualmente está pasando en la CUT y sus elecciones”, sostiene Marcelo Albornoz.

La postura de Feres va en la misma línea. “La discusión en los procesos eleccionarios de la CUT es algo que viene desde hace tiempo atrás. Es una problemática histórica”, sostiene y agrega que “se da mucho que los trabajadores no se sindicalizan por no creer en sus dirigentes y por tener una gran desconfianza en el sistema, esa idea se refuerza con esta situación”.

A juicio de Alvaro Pizarro, “esto le resta credibilidad y representatividad a la CUT frente a negociaciones”, y agrega que “esta elección, en particular, es lo peor que ha habido en Chile en los últimos 25 años”.

Para los especialistas, el problema del proceso radica en el sistema de elección indirecta y también en el pago de cuotas por parte de los sindicatos para poder participar.

“Los sindicatos para participar en las elecciones de la Central tienen que pagar una cuota. Eso da pie para que se inflen padrones, porque participa el que tiene para pagar (...) Además, la votación es ponderada y tiene más peso el sindicato que representa a más personas”, explica Feres.

Albornoz comparte la opinión y agrega que “la estructura del sistema electoral de la CUT, que es el sistema de elecciones indirectas, es sin duda lo que se está transformando en la piedra del zapato de la CUT para tener un proceso electoral más transparente”.

El pago de cuotas para participar del proceso, concuerdan los especialistas, da pie para que surjan sindicatos de dudosa procedencia. “En estos procesos aparecen sindicatos nuevos, generalmente conocidos como los sindicatos fantasmas. Se da la coincidencia de que gran parte de estos sindicatos son de trabajadores independientes, que son muy fáciles de constituir”, afirma Albornoz.

En este punto, Albornoz lamenta que la Dirección del Trabajo no tenga la atribución de revisar la veracidad de los padrones electorales. “El problema del abultamiento de los padrones electorales yo lo he escuchado en todas las elecciones de la CUT (...) La Dirección del Trabajo no tiene las atribuciones para poder calificar previamente a las votaciones la veracidad o no de los padrones electorales”, añade.

Los especialistas advierten que los problemas continuarán si de forma interna no se analiza la estructura de votación. No se pronuncian respecto a frente qué organismo se debiese solucionar la situación, pero concuerdan en que por el bien de la representatividad del ente, la situación debe corregirse.

“Ojalá la situación se solucione, porque transmite una muy mala imagen de cómo funcionan las instituciones sindicales en Chile”, finaliza Albornoz.

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