Federico Martorell: "Tenemos que volver a lograr lo imposible"

martorell

El zaguero, del plantel que ganó el Clausura 2015, desclasifica las sensaciones del camarín minero en vísperas de su visita a Valparaíso. El defensa reflexiona sobre los motivos que llevaron al equipo al borde del abismo y hace autocrítica, pero no tira la toalla.




Federico Martorell (Rosario, 26 de marzo de 1981) no tiene miedo. Lleva demasiados años en el fútbol profesional como para experimentar temor en el fragor de la batalla. Desde su debut en Newell's, en 2003, el central ha defendido la camiseta de seis equipos argentinos, dos griegos, dos chipriotas, uno peruano, uno venezolano y cuatro chilenos, por lo que sus galones para comandar mañana la retaguardia de su equipo en la Guerra de Playa Ancha parecen fuera de toda duda.

En 2015 aterrizó en El Salvador para hacer historia con Cobresal participando en la consecución del primer título nacional de su historia y tras un año de exilio en Quillota, decidió regresar al campamento para vivir, ahora, la otra cara de la moneda. Veinticuatro horas antes del encuentro que dictará la suerte de la albinaranja en Primera, Martorell (36) conversa con La Tercera. Las confesiones de un campeón minero desde la boca del pozo.

¿Cómo se encuentra el camarín?

Estamos mal por la situación, no te voy a mentir. Duele perder como se perdió con la U, pero era un partido que por otro lado era perdible. Era difícil jugar contra la U allá, con ellos en buen nivel. La idea era poder hacer un buen partido, pero en los primeros 10-15 minutos ya se te va el planteo de toda la semana a la mierda.

¿Estuvo peor el equipo en lo futbolístico o en lo anímico ese día?

El equipo estuvo mal anímicamente. Es difícil, porque te llenas de esperanza toda la semana, vas a jugar un partido contra la U, que por ahí las expectativas de los jugadores jóvenes de ir al Nacional a hacer un buen partido las tienen, y a los cinco minutos se te va todo. Y pensar que casi sales perdiendo del camarín 1-0 con un equipo como la U ya te mata, te mata sicológicamente. Pero hay que dar vuelta a la página, quedarte pensando que le ibas a ganar 0-4 a la U no sirve. Eso era una utopía.

Al final del partido estuvieron a punto de llegar a las manos entre ustedes. ¿Qué sucedió?

No, nada, la tensión. Yo creo que demasiado bien está el plantel en esta situación. Creo que hay otros planteles que en esta misma situación se agarrarían a los combos todas las semanas. Son cosas que pasan con la bronca.

Usted formó parte del plantel que hace dos años se proclamó campeón del torneo. ¿Cómo se vive ahora esto, cómo se explica y, sobre todo, cómo se entiende?

Yo creo que no es momento de analizar eso. Es largo. Si tú piensas en un equipo que sale campeón dos años atrás, te imaginas un equipo que crece, porque cualquier equipo que sale campeón, crece. Es lo más normal. En todos los sentidos. En el institucional y en todos. Bueno, Cobresal salió campeón y se achicó.

¿Y eso por qué?

Por un montón de factores. Cualquier equipo que sale campeón empieza a crecer en el tema de sponsors, recibe mucho más apoyo económico, muchos más socios… Pero en El Salvador es al revés de esa lógica. Hay menos gente, por ende menos socios y menos apoyo económico. Codelco, que era la empresa que apoyaba, dejó de apoyar al equipo. Es largo. Es un tema largo.

No son entonces ustedes los únicos responsables…

La responsabilidad es de todos, pero no es momento de buscar responsabilidades. Yo a veces trato de salir de mi faceta de jugador y pensar objetivamente. Pero nosotros somos los responsables, los jugadores. Y queda muy mal echar la culpa a los demás siendo yo jugador. Yo tengo que asumir la responsabilidad como jugador de las cosas que se hicieron mal dentro de la cancha. Eso es lo que me corresponde.

¿Qué es lo que más duele en este momento?

Sobre todo para los chicos que estuvimos en el plantel campeón lo que te mata es haber jugado en ese plantel campeón y dos años después estar peleando un descenso. Es terrible. Pero nos aferramos a la esperanza.

¿Qué se le puede decir al hincha que sigue viajando a apoyar al equipo desde El Salvador?

Que siga apoyando. Creo que hay muchos jugadores acá que en su momento le dieron la mayor de las alegrías, que es salir campeón de Chile, y hoy en día estamos complicados. Lo que pedimos es apoyo. Hace dos años logramos algo que era una utopía para muchos, salir campeón con Cobresal. Lo hicimos. Y ahora tenemos que lograr ese mismo milagro. No tenemos muchos hinchas, pero son incondicionales.

La pasada fecha Audax les regaló una segunda vida. Pero ya no les quedan más.

Sí, lamentablemente, necesitábamos una mano y por suerte la tuvimos. Y claro, el panorama después del partido contra la U era mucho más desolador de lo que es ahora. Sobre todo viendo el partido de ellos también, porque nosotros jugamos con la U y nos comimos cuatro, pero ellos jugaron con Audax y se comieron tres. Nosotros no tenemos nada que perder y muchas veces cuando no tienes nada que perder juegas mejor. Este partido es como un clásico en el sentido de que no importa cómo llegas. Los dos llegamos mal, además.

¿Una guerra en Playa Ancha?

Tal cual, una guerra, con todas las letras. Nosotros vamos a salir a ganar porque no nos queda otra opción. Pero siendo listos, tampoco vamos a ir a suicidarnos. Trataremos de corregir los errores que cometimos contra la U, aunque sabemos que ellos no son la U, y llevarnos el partido.

En el Nacional sus hinchas portaban un lienzo en el que se leía: "Insoportablemente vivos". ¿Se sienten así?

Sí. Esta semana, hablando con los empleados del club, los que llevan más años, nos decían que Cobresal había estado en peores situaciones y se había logrado lo imposible. Ahora es lo mismo, tenemos que volver a lograr lo imposible. Pudimos trabajar bien el partido, tranquilos. Porque acá se vive tranquilo y sin toda la locura que a lo mejor están viviendo ellos en Valparaíso. Y estamos preparados para enfrentar a Wanderers.

¿No se rinde Cobresal, entonces?

No, nunca. No es el momento de bajar los brazos.

Comenta

Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.