Filme italiano documenta trauma de veteranos de la guerra de Irak

Ward 54 responde al pabellón psiquiátrico del centro médico militar Walter Reed en Washington.




Un nuevo documental que se exhibe fuera de competencia en el Festival de Cine de Venecia explora el trauma de tres veteranos estadounidenses de la guerra de Irak y cómo el ejército manejó sus casos.

Ward 54, cuyo nombre responde al pabellón psiquiátrico del centro médico militar Walter Reed en Washington, también lidia con el incremento en los suicidios de soldados tras su servicio en Irak.

La película comienza con el caso del sargento Kristofer Goldsmith, cuyo trabajo fue fotografiar víctimas de la guerra iraquí para identificarlos. Goldsmith narra cómo servirle a su país siempre fue el sueño de su vida, pero dicho sueño se convirtió en una pesadilla cuando le dijeron que volvería a ser enviado a Irak.

"Por cerca de un año supe que algo en mi interior no estaba bien. Estaba bebiendo casi un galón de vodka cada fin de semana y comenzando peleas", recordó Goldsmith el martes en Venecia, donde Ward 54 se exhibió en la víspera.

Cuando le informaron que debía volver a Irak, relató Goldsmith: "Dije que no podía regresar. No le tenía miedo a Irak, pero sabía que no podría regresar".

Indicó que su coronel le dio tres opciones: "'Uno, puedes aguantarte y volver. Dos, puedes desertar y llevar la vida de un delincuente y tres, puedes suicidarte'".

El Día de los Caídos en Guerra del 2007 Goldsmith probó infructuosamente la tercera.

"Estaba completamente indignado por el trato del ejército cuando intenté pedir ayuda", dijo desde el Hotel Excelsior de Venecia, donde estuvo ofreciendo entrevistas junto a la directora italiana Monica Maggioni.

El mes pasado, un reporte solicitado por el Congreso halló que los suicidios de soldados estadounidenses habían alcanzado niveles sin precedentes, con más de 1.100 miembros de las fuerzas armadas que se quitaron la vida entre el 2005 y el 2009, y dijo que los suicidios se estaban incrementando nuevamente este año.

Los aumentos más importantes fueron en el Ejército y la Marina, los servicios más desplegados en las guerras de Irak y Afganistán.

Goldsmith dice que gracias a la terapia y su trabajo como activista logró lidiar con el estrés postraumático que sufrió tras su servicio en Irak. Habla en universidades estadounidenses para concientizar sobre ese mal y dice que a menudo escucha de otros veteranos de guerra que han padecido el mismo problema.

"La experiencia por la que pasé y mi historia son lo que me define", expresó. "Solía ser algo horroroso y negativo, y logré convertirlo en algo positivo".

La directora Maggioni, una corresponsal internacional para la televisora estatal italiana RAI, dijo que su propia cobertura del combate durante la invasión a Irak la puso al tanto del sufrimiento de los soldados.

"Comprendo perfectamente por lo que pasan", manifestó, apuntando que fue la única reportera italiana apostada con las fuerzas estadounidenses durante la invasión del 2003. "Desde ese momento tuve un interés particular por todos los asuntos relacionados con la guerra".

Aunque filmar el documental ha ayudado a Goldsmith a recuperarse, todavía le quedan asuntos por resolver con el ejército de su país: le han negado una baja honrosa debido a su intento de suicidio.

"Solicité una baja honrosa, y en el aniversario de mi intento de suicidio me la rechazaron. Debo iniciar un caso completamente nuevo", dijo.

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