Fórmula Uno: Pilotos obligados a bajar de peso tras cambio reglamentario

Este año, el reglamento estableció que el peso mínimo del conjunto coche-piloto debe ser de 690 kilos, 48 más que la temporada pasada. Y los ingenieros de las escuderías han tenido problemas, específicamente con la distribución del peso para poder conseguir el mejor rendimiento.

Y como consecuencia de ello, una de las soluciones por las que han optado algunos pilotos es la reducción de sus propios pesos. "Ha sido el invierno más duro que he vivido desde el punto de vista físico. Una auténtica pesadilla", declaró Lewis Hamilton, 1,74 metros, y que ha bajado ya cuatro kilos para quedar en 64.

El australiano de Redbull, Daniel Ricciardo, aseguró que "cuatro kilos me he dejado a base de entrenarme cuatro horas al día y seis días por semana. Además, en Navidad tuve que renunciar a comer dulces, y ahora trato de mantener alejados de mí los carbohidratos por la noche". Mide 1,78 metros y está pesando 67 kilos.

"A mí ya no me sirve eso de adelgazar, ya no puedo hacerlo más. Necesito piel y algo de músculo para poder conducir", lamenta el alemán Nico Hülkenberg (1,84 metros), que ha podido bajar cuatro kilos y quedarse en 74.

En tanto, el actual campeón del mundo, el alemán Sebastian Vettel (1,74 metros, 66 kilos), cuida la alimentación: "no como caramelos porque si lo hago, Adrian (Newey, su preparador físico) me manda a correr a la cinta".

Cabe preguntarse si los pilotos, con estos cuidados de peso ¿Consumirán champaña cuando ganen alguna carrera?.