Fundaciones y ONG impulsan la recuperación de Detroit

Esta semana, la ciudad está siendo sede del Salón Internacional del Automóvil. Hay un plan de ayuda para evitar el recorte de pensiones y salvar al museo local.




Entre 2000 y 2010, Detroit perdió a nada menos que un cuarto de sus habitantes. Hoy en "la capital del motor" viven alrededor de 700 mil personas. En su apogeo, esta ciudad estadounidense llegó a ser la cuarta mayor del país y centro neurálgico de la economía nacional. Hoy, es la segunda urbe más violenta de EE.UU. con 21,4 crímenes por cada mil habitantes, según el FBI. El desempleo alcanza el 18%, el 36% de la población vive bajo el umbral de la pobreza, hay barrios prácticamente vacíos, mientras que la deuda a largo plazo se estima en US$ 18.000 millones. Y más encima, se declaró en bancarrota en julio de 2013.

El panorama en Detroit, la ciudad del movimiento musical Motown, es angustiante. Pero las cosas están comenzando a cambiar. Esta semana, se llevó a cabo el Salón Internacional del Automóvil y las tres marcas insignes de la ciudad (General Motors, Ford y Chrysler) anunciaron un horizonte positivo. GM, por ejemplo, informó sobre la venta de 9,7 millones de autos en todo el mundo en 2013, un alza de 4% en comparación con 2012, señales que son vistas como el comienzo del fin de la crisis en Detroit.

Pero la ciudad no sólo comienza a recuperarse gracias a su famosa industria automotriz. Hay otros indicadores potentes. La revista The New Yorker dio a conocer una iniciativa inédita, de la ONG Write a House, que está restaurando casas abandonadas de dos o tres habitaciones para que sean ocupadas por periodistas, poetas, novelistas y cronistas. Quienes deseen mudarse a Detroit deberán postular a este programa e involucrarse y contribuir a la comunidad local. Si los escritores permanecen durante dos años y cumplen con sus compromisos, podrían llegar a obtener el título de la propiedad.

La idea es que los escritores puedan enseñar sus habilidades a los más jóvenes. Al mismo tiempo, podrían ayudar a poblar algunos barrios "fantasma", mientras que sus escritos serían buena "publicidad para la ciudad", tal como lo sostiene Sarah Fox, fundadora de Write a House: "Hay un sinfín de historias que podrían ser contadas en Detroit y realmente no hay suficientes escritores para narrarlas".

Se estima que la ciudad tiene unas 80 mil viviendas abandonadas. La ONG tuvo que invertir importantes sumas para restaurar las casas. En promedio, una restauración puede costar unos US$ 50 mil y para este trabajo esta organización contrató a Young Detroit Builders, que enseña a jóvenes carpintería y restauración.

Además, a comienzos de semana, nueve fundaciones dedicadas a la filantropía comprometieron US$ 330 millones para evitar el recorte de las pensiones de los jubilados en Detroit y también para salvar a la rica colección del Detroit Institute of Arts que sería puesta a la venta para ayudar a pagar la deuda. Este es uno de los museos más grandes de Estados Unidos y se inauguró en 1885. En sus paredes cuelgan obras de Van Gogh, Cézanne, Gauguin, Degas, Rousseau, Matisse y Picasso. Estas fundaciones poseen vínculos con Michigan.

Según The New York Times, este acuerdo ha marcado un hito, ya que hasta ahora las fundaciones no habían sido fuente de dinero para apuntalar las jubilaciones del sector público. También, de acuerdo con el periódico, este es el primer indicio de progreso en la intensa mediación con los acreedores de Detroit para resolver la severa crisis financiera que atraviesa la ciudad.

Sólo el 1 de enero, el nuevo alcalde de la ciudad, Mike Duggan, llamó a sus habitantes a no perder la esperanza y a no abandonar sus casas. "Denme seis meses para demostrar que podemos cambiar las cosas", dijo al asumir el cargo.

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