Hobby rooms: la moda de vivir y trabajar en el mismo lugar

Se trata de departamentos que los dueños compran junto a un pequeño espacio ubicado en el primer piso.<br><br>




Jorge González es sicólogo y tiene 50 años. Trabajaba en una empresa cuando decidió buscar varios lugares para instalar su consulta y, después de varias vueltas, optó por comprar un pequeño espacio, de 17 m2, en el primer piso donde vive, en edificio en la comuna de Las Condes.

"Me acomoda, porque me evito los tacos del traslado a una oficina. Además, puedo administrar mejor los horarios, porque sólo tengo que bajar el ascensor para llegar a mi trabajo", dice González.

La moda de comprar estos espacios reducidos, de entre 13 y 30 m2, en los mismos edificios donde residen algunos santiaguinos comenzó hace dos años y, según señala el presidente del Instituto Inmobiliario, Roger de Barbieri, de acá a cinco años este mercado irá en aumento. "Siempre en los sectores más acomodados", indica. Hoy son tres los edificios -uno en Vitacura, otro en Las Condes y un tercero en Ñuñoa- que tienen vendidos estos espacios, conocidos como hobby rooms. En tanto, hay otros dos más en proyecto en las mismas comunas.

Tendencia extranjera
Una de las empresas que construyen estos espacios en Santiago es Grupo España, quienes señalan que la tendencia comenzó en Estados Unidos y España hace cerca de una década, porque existía la necesidad entre los clientes de tener un espacio de trabajo para uno de los miembros de la familia.

De Barbieri añade que, en un principio, en esos países el hobby room era el espacio que correspondía al garaje o los llamados family rooms de las casas, que eran las salas de estar. "Ahora la gente que vive en departamentos también los necesita", explica, y agrega que las inmobiliarias lo externalizaron y convirtieron en una unidad independiente, para hacer más tranquila la vida de los integrantes del clan familiar en sectores acomodados.

Acá, según indican las inmobiliarias que comercializan estos espacios, el departamento se vende por separado del hobby room y también como "pack". "En los edificios que existen, son entre cinco y 15 los espacios que se destinan a estos fines en el primer nivel. Generalmente, están emplazados en el primer piso, muy cerca del hall, la recepción y las salas multiuso del edificio", indica Ximena Muñoz, subgerenta de Grupo España.

Otro de los que comercializan este formato de oficinas o salas de estar es la empresa Exxacon. Hace poco más de un año, en calle Holanda, en Ñuñoa, construyó el edificio Vincent, cuyos hobby rooms de 17 m2, con un baño y un clóset, están conectados internamente con los departamentos de vivienda, los que alcanzan un promedio de 150 m2, según indica Ximena Cumsille, ejecutiva de este proyecto de la inmobiliaria Exxacon.

A estos espacios ubicados en el subterráneo también se puede acceder por el estacionamiento.

"Se vendieron muy rápido. Cada persona sabe el uso que le da. Algunas familias con niños lo dejan para sala de juegos; otros los destinan a oficinas", señala Cumsille, quien agrega que para los próximos años tienen otros proyectos con este formato en carpeta, todos en Las Condes, Vitacura y Ñuñoa.

Rangos de precios
Es el segmento AB, el de más altos ingresos, el que adquiere este tipo de viviendas, según indica Ximena Muñoz. "Mientras algunas personas lo adquieren para adecuarlo como lugar de trabajo, otras familias con niños destinan este lugar a sala de juegos o de estar", señala.

La inmobiliaria Grupo España ingresó hace dos años al mercado con un único edificio, Círculo Cabot, ubicado en la calle Hermanos Cabot, en la comuna de Las Condes.

Los espacios que ellos ofrecen llegan a 13 y oscilan entre los 13 y los 30 m2. Todos están en el primer piso de las construcciones y son independientes de los departamentos.

Estos alcanzan las 10.000 UF, entre vivienda y hobby room (cerca de $ 230 millones). Si se compran en forma independiente, el monto de estas pequeñas habitaciones se reduce a las 400 UF o 600 UF (entre $ 9.200.000 y $ 13.200.000).

"Muchas personas que dejan el trabajo alrededor de los 50 o 55 años y deciden realizar consultorías a diversas empresas, necesitan un espacio físico donde trabajar. Es ahí donde adquiere relevancia el hobby room. Tener todo ahí, cosa que no se les haga necesario trasladarse fuera del edificio para conseguirlo", remata Ximena Muñoz, de Grupo España.

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