Hombres involucrados en el cuidado de niños tienen mejor desempeño laboral

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Estudio latinoamericano resalta que también tienen mejor salud y menor riesgo de alcohol y drogas. Además, expertos destacan que la paternidad activa es clave para el avance en la igualdad de género.




América Latina mantiene con fuerza el modelo familiar del hombre proveedor y la mujer dueña de casa y cuidadora. Este orden aleja a muchos padres del cuidado de sus hijos.

Pero involucrarse en la crianza no solo es positivo para los niños y sus madres (sean o no sus parejas), también lo es para los hombres. Lo dice el reciente informe Estado de la Paternidad en América Latina, de IPPF, Promundo, CulturaSalud/EME, MenCare LAC y MenEngage América Latina, que analiza la paternidad en la región y evidencia cómo un padre involucrado es clave en la igualdad de género y el bienestar masculino.

Paternidad activa

Hombres de todas las edades pueden cuidar. Pueden ser padres, los biológicos, los padrastros, papás adoptivos o sustitutos o familiares como, hermanos, tíos o abuelos.

El documento destaca estudios que vinculan la paternidad activa y equitativa con hijos más felices y sanos, una condición que también se da en ellos. Hombres comprometidos y no violentos con sus hijos, dice el informe, viven en promedio más tiempo, tienen menos problemas de salud mental y física y son más productivos en el trabajo. Es lo que muestra, por ejemplo, un estudio del Centro de Desarrollo Infantil de la U. de Harvard, que halló consistencias entre padres participativos en la crianza y mejoras en su bienestar psicológico y laboral.

Francisco Aguayo, director de CulturaSalud/EME, agrega que los estudios muestran que además "dedican más tiempos a asuntos comunitarios, tienen menos consumo abusivo de alcohol y drogas y menos conflictos con la ley".

¿Cómo se relaciona la paternidad con todo eso? Hombres más involucrados con sus hijos, cuidan más de su salud, "algo que a los hombres les cuesta", dice Aguayo.

Marcela Cuevas, coordinadora del área infanto-juvenil de la Clínica de Atención Psicológica de la U. de Chile, aprecia un alza en padres que quieren participar en la crianza de los hijos. "Están muy por debajo de la mujer, pero es más alto que en generaciones anteriores".

El hombre siempre ha tenido un rol en la vida pública, "y al tener uno importante en la vida privada, tiene más protagonismo emocional. Ser proactivos y motivados en la crianza, puede influir en mayores niveles de felicidad", dice Cuevas. Agrega, que muchos se dan cuenta de los beneficios, "pero la mayoría no son conscientes".

Ingresar a la crianza, espacio en el que muchos se sienten excluidos, "mejora su autopercepción y potencia la parte afectiva, siempre postergada en el varón", dice Cuevas.

El informe menciona un estudio cualitativo en Brasil, México y Chile a hombres cuidadores, que mostró cómo involucrarse en la paternidad enriquece sus vidas: aprenden sobre la realidad de las mujeres, son más sensibles a la homofobia y tienen más empatía emocional.

"La paternidad y el cuidado activo producen cambios en el sistema de ideas, valores, actitudes y prácticas de los hombres, no sabemos en qué porcentaje, pero es un motivador muy importante", resalta Carlos Güida, académico de la Facultad de Medicina de la U. de Chile.

Al igual que los cambios hormonales de las mujeres en la maternidad, los hombres también perciben cambios, dice el informe. "Cuando un hombre toma a su bebé en brazos, aumentan la oxitocina y prolactina y se reduce la testosterona", señala. Una respuesta hormonal que suprime estímulos externos y los centra en las necesidades del bebé.

Güida trabajó en la cárcel de Puente Alto con hombres adolescentes y explica que su gran proyección era la paternidad. "Decían que no querían que sus hijos hicieran lo mismo. Argumentos que daban ante el juez. Me impactó ver cómo el amor de papá era tan importante", señala.

Para que se involucren se requieren condiciones, agrega Aguayo. "Hombres con contrato de trabajo y menos preocupaciones económicas, son más involucrados. Para avanzar se necesitan trabajos decentes, políticas de conciliación trabajo-familia, derecho a sala cuna para los hombres, permisos para atender asuntos de salud de los hijos y posnatales adecuados", insiste Aguayo.

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