Hotel Cumbres Patagónicas de Puerto Varas: Sur cinco estrellas

<img border="0" alt="" align="left" width="60" height="13" src="https://static-latercera-qa.s3.amazonaws.com/wp-content/uploads/sites/7/200910/548702.jpg" />Inaugurado hace algunos meses, la vista al potente paisaje del lago Llanquihue fue algo que no se dejó al azar en su arquitectura y tampoco en su decoración.




Sol, lluvia, granizos. Y luego un arco iris en medio del lago, fueron las postales sureñas con que nos recibió Puerto Varas cuando llegamos al Hotel Cumbres Patagónicas, concebido para disfrutar del paisaje del sur con todas la comodidades cinco estrellas.

Nuestro anfitrión en esta estadía fue el decorador y diseñador Cristián Klammer, quien junto a su firma estuvo detrás de cada detalle en cuanto a mobiliario y decoración. Cuando le pregunto qué lo inspiró, me cuenta que se trata de una premisa que es la que siempre tiene en cuenta para realizar este tipo de encargos: "Crear un carácter propio de acuerdo al lugar y su idiosincrasia; es importante que tenga una identidad", cuenta, agregando que en este caso "el clima es lo básico. El ambiente aquí tiene que ser algo completamente distinto, que por ejemplo,  si estuviéramos en el norte. Diferente en cuanto a colorido, materialidades, texturas. El clima influye mucho en la decoración, y en este caso  tienes que llegar a un lugar que te acoja y que sea cálido".

Las maderas, lanas y fibras presentes en esta decoración cumplieron con ese objetivo. Otra importante presencia de la naturaleza sureña tiene que ver con que todas las esculturas de madera que hay, así como también algunas lámparas, fueron hechas por la naturaleza, ya que el propio Cristián se dedicó a recorrer los lagos de la zona para encontrar troncos milenarios, que en este contexto se transformaron en elementos decorativos.

Al preguntarle cuál es para él el mayor logro del proyecto, contesta que "el encanto generalizado que se ha podido transmitir a las personas. Haber conseguido que cada rincón insinúe y diga algo". Y esto es lo que se percibe, por ejemplo, en el living, donde hay diferentes espacios comunes concebidos para contemplar la chimenea, o bien para disfrutar de la ya comentada vista al lago en el winter garden o en el restaurante Cumbres del Lago, donde la comida merece un capítulo aparte. Las habitaciones mantienen el espíritu contemplativo del paisaje y lo mismo ocurre con en el spa y la piscina, donde pareciera que se puede nadar por sobre el lago.

Sin duda, un lugar pensado para disfrutar "toda la magia del sur", como dicen por ahí, y donde ningún detalle se ha dejado al azar.

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