A casi tres meses del arribo del Papa Francisco a Chile, la Comisión Nacional para la Visita informó ayer que ya se ha recaudado el 15% de los $ 4 mil millones que, según la estimación oficial, costará la gira. Dicha cifra se traduce en $ 600 millones que, en su mayoría, fueron donados por instituciones relacionadas con la Iglesia (diócesis, congregaciones y fundaciones).

Ayer, también, la comisión anunció una segunda etapa de recaudación. Se trata de la campaña "Papa Francisco, yo lo invito", que busca promover que las personas donen el equivalente a un día de trabajo al Pontífice, fundamentalmente para financiar las actividades masivas que se realizarán en Santiago, Iquique y Temuco.

"Nosotros quisiéramos proponer un día para el Papa. Eso significa que la gente ayude con algo cercano a un día de su sueldo. Obviamente que con criterio y cariño. No es una petición que hacemos todos los meses, sino ahora, 30 años después de la anterior visita", explicó Javier Peralta, director ejecutivo de la comisión.

Para esta tarea, la Iglesia formó una alianza con los bancos Estado, De Chile, Santander y Bci, para operacionalizar las donaciones. Esta última institución, por ejemplo, dispuso en sus cajeros automáticos un mensaje que sugiere donar $ 2 mil para la visita antes de cada transacción.

Para qué es el dinero

Del total del presupuesto, se informó que el 92% será destinado a financiar las actividades masivas. "No existe en Chile ningún precedente actual de una actividad similar al movimiento que genera la visita del Papa. No se compara con ninguna actividad cultural ni política, porque estamos hablando de un contingente superior al millón de personas durante tres días, en simultáneo", dijo Peralta.

Entre los gastos previstos está la instalación de 2.000 m2 de pantallas led, la compra de 600 mil hostias para los fieles, la adquisición de 80 km de vallas papales y la organización de 15 mil voluntarios, de los cuales ya hay 10 mil inscritos.

Otro factor que incide en la decisión de destinar tal cantidad del presupuesto a estas actividades es que en Iquique y Temuco no está disponible la infraestructura para cubrir todas las necesidades de los fieles. "En las otras ciudades no existe la cantidad requerida de parlantes, vallas papales ni baños químicos, por ejemplo. Eso significa que tendremos que trasladar cosas y ese despliegue se lleva gran parte del presupuesto", agregó el director ejecutivo.

Loreto Moore, miembro de la comisión, destacó que para el control de los gastos y la transparencia de la gestión todos los ingresos están siendo revisados por la consultora externa KPMG.

Sobre ese punto, Moore especificó que "al final de la visita vamos a hacer una cuenta pública, tanto de los ingresos como de los egresos y posibles excedentes del presupuesto, a fin de que sean números conocidos por todos los chilenos".

Los posibles destinatarios de dichos excedentes son siete fundaciones sin fines de lucro, que apoyan a migrantes, adultos mayores y niños. Entre ellas está el Servicio Jesuita de Migrantes, la Corporación María Ayuda y la Fundación Las Rosas.

Sobre el costo de la visita, la comisión sostuvo que, comparada, por ejemplo, con la de Colombia -que implicó un gasto cercano a US$ 10 millones-, la de Chile será más austera. "El Papa ha pedido que la visita no implique una inversión innecesaria. Estamos intentando que la mayoría de las cosas sean reutilizables", explicó Peralta.