Incumplimientos en uso de tobillera electrónica se duplican en un año

tobillera electronica

De acuerdo con un informe del Ministerio de Justicia, casos por estas infracciones pasaron de 50 mil en 2015 a 99 mil el año pasado.




En agosto de 2014 el sistema de monitoreo de cumplimiento de penas a través de una tobillera electrónica empezó a ser decretado por parte de todos los tribunales del país. Esta medida nació como una alternativa para las personas condenadas a sanciones restrictivas de libertad en espacios limitados, como sus casas.

A tres años del inicio de sus operaciones, el subsecretario del Ministerio de Justicia, Nicolás Mena, envió el 28 de agosto pasado un informe al Senado entregando cifras sobre los resultados del funcionamiento de este dispositivo.

Entre ellas, se detalla el número y tipo de incumplimientos que registraron los condenados que usaron estos brazaletes durante 2015 y 2016, para evadir el control del monitoreo telemático. Es decir, se refiere a la cantidad de veces que la tecnología ha alertado acerca de un comportamiento o uso inadecuado por parte del usuario, por ejemplo si no estaba en su casa durante el tiempo de reclusión domiciliaria o el corte de las correas.

De acuerdo con el informe, en total hubo 99.339 incidencias determinadas como incumplimientos que fueron alertadas a los tribunales el año pasado (ver infografía). De ellos, 78.307 casos tienen que ver con una transgresión por parte de los condenados en la zona de inclusión. Este tipo de falta se refiere a que la persona sujeta al monitoreo no estaba dentro de la zona en la que debe cumplir su pena en el horario de reclusión que estableció el juez.

La segunda falta más común, con 15.409 casos, es la de tener la batería apagada, lo que provoca que se pierda por completo el funcionamiento del posicionamiento y de almacenamiento de datos, voz, llamado, vibración.

Los casi 100 mil casos de incumplimientos con el uso del brazalete electrónico ocurridos durante 2016, duplican los 50.402 registrados en 2015. En concreto, se registra un crecimiento de un 97 %. Además, en diciembre de 2015 habían 3.042 condenados con este elemento, mientras que a diciembre del año pasado eran 3.987.

Uno de los antecedentes que, según el Ministerio de Justicia, puede explicar el incremento de los casos "es que en igual período aumentaron en casi 2.500 las instalaciones de dispositivos de monitoreo telemático".

Sin embargo, el incremento del número de dispositivo no se condice con el aumento de incumplimientos en el mismo periodo, y así lo demuestran las cifras: en 2015 se hicieron 9.177 instalaciones de tobilleras (un mismo dispositivo puede ser colocado varias veces durante el año) y en 2016 fueron 11.618, lo que equivale a un aumento de un 27 %. Desde la secretaría de Estado señalaron que Gendarmería tiene la obligación legal de informar al tribunal estas incidencias, siendo el juez de la causa el encargado de decidir las medidas a adoptar frente a estos casos.

Agregaron que "el proceso de licitación incluye un sistema de levantamiento de información mucho más completo, que permitirá sistematizar los incumplimientos para así contar con datos agregados que permitan categorizarlos, sobre todo respecto al tiempo de violación de zona de inclusión".

Desde la empresa proveedora del brazalete, Track Group Chile, indicaron que "las cifras de incumplimiento señaladas en el informe están calculadas en relación con el número de condenados monitoreados y no con el total de instalaciones que se realizan año a año. Entre 2015 y 2016 el número de condenados acumulado aumentó de 27.213 a 47.553, respectivamente, lo que representa un número promedio de sentenciados monitoreados que pasó de 2.018 a 3.963. El aumento de estos incumplimientos responde al alza de condenados bajo monitoreo".

Requerimiento

El senador RN Alberto Espina, quien requirió la información al Ministerio de Justicia, dijo que "el sistema (de seguimiento telemático) está funcionando mal, y siendo un gran instrumento que debería tener la última tecnología, en Chile se está usando poco y mal". Agregó que "uno de los principales deberes del futuro gobierno va a ser realizar un cambio profundo para que el mecanismo de los brazaletes electrónicos tenga utilidad. Cuando funciona bien permite evitar graves delitos, como son la reiteración de la violencia intrafamiliar, robos y asaltos".

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