INE replica soluciones de Francia e Inglaterra para mejorar medición del vestuario en el IPC

Las modificaciones en esos países se comenzaron a aplicar a mediados de la década del 2000.




En la medición de agosto se comenzará a reflejar el cambio en la forma de abordar el ítem vestuario en el Indice de Precios al Consumidor (IPC). Con ello se busca poner fin al debate que se levantó durante las últimas semanas. A juicio de varios analistas, este ítem estaría subestimado en su medición, influyendo en el nivel del IPC total.

Si bien la implementación de los cambios se comenzarán a aplicar a mediados de año, el departamento de Precios del INE detectó problemas en la medición de este ítem en junio del 2012, por el factor de la moda en vestuario.

Desde ese entonces comenzaron a trabajar en las distintas alternativas para reflejar mejor los precios de los productos del rubro vestuario.

"Se sigue lo que se hizo en Francia e Inglaterra. Lo venimos estudiando desde el segundo semestre de 2012. El año pasado hicimos una ronda de reuniones con el retail para ir viendo cómo evolucionaba el vestuario", sostuvo el jefe del departamento de Precios, Cristián Copaja.

Añadió que "con las evidencias de las reuniones con el retail, más los estudios realizados, llegamos a la conclusión de que se podían hacer estos cambios metodológicos en el IPC chileno".

Para realizar las modificaciones, el departamento de Precios analizó la experiencia de países que habían pasado por experiencias similares, como Francia e Inglaterra.

Experiencia internacional

A mediados de la década del 2000, Francia aplicó técnicas econométricas para estudiar la evolución de los precios en vestuario. En ese estudio lo que se planteó es que las prendas de vestir tienen la particularidad de que muchos atributos, que no son constantes en el tiempo, definen su precio, ya que están sujetos al fenómeno de la moda que implícitamente conlleva subjetividades por parte de los consumidores en la elección de la prenda.

Para solucionar el problema, en 2007, Francia definió una serie de características para que las prendas, más allá de su apariencia visual, pudieran ser comparables en el tiempo. De esta forma establecieron que los productos se podrían comparar si correspondían a la misma marcas, composición de la tela, origen de la prenda y establecimiento donde se levanta la información. "Esos son parámetros o atributos que tienden a mantenerse constantes en su participación relativa sobre el precio. Lo que se concluye es que hay características que se pueden seguir objetivamente y otras que están más sujetas al gusto de los consumidores, pero que afectan en la medición de los precios", dijo Copaja.

Tres años después, fue el turno de Inglaterra. A través del Comité de Estadísticas fueron analizando que en el ítem vestuario tenían una tendencia constante a la baja. En 2010, luego de diversos estudios, llegaron a la misma conclusión de Francia. Se debían establecer criterios comparables, y siguieron los mismos parámetros establecidos en Francia: marca, composición de la tela, país de procedencia y establecimiento donde tomó la muestra.

"La moda y estilo son componentes relevantes de lo que la gente esté dispuesta a pagar por la ropa, y eso es difícil de medir", indicó Copaja. Ese mismo criterio se replicará en Chile a partir de agosto, ya que ahora, más allá de si un pantalón tiene diferencias en su forma, se podrá comparar para seguir la tendencia de su precios si tiene las mismas características de país de origen, composición de la tela, marca y establecimiento donde se comercializa.

"La moda no es un fenómeno reciente, sino que el tratamiento que se realiza a la moda en el IPC es un tratamiento reciente", concluyó Copaja.

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