Información de EEUU asegura que Pinochet fue el principal encubridor del Caso Quemados

El Archivo Nacional de Seguridad del país del norte revelará hoy cinco cables confidenciales donde se detalla que fue el mismo Pinochet quien ordenó detener las pesquisas para determinar las responsabilidades en el caso.




Cinco cables confidenciales del gobierno de Estados Unidos serán publicados durante esta jornada por la National Security Archive, donde se detalla que Augusto Pinochet fue el principal responsable del encubrimiento del Caso Quemados. 

Según información rescatada por el medio español El País, una investigación de la Universidad de Georgetown indica que el mismo Pinochet fue quien ordenó que se detuvieran las indagaciones para determinar las responsabilidades en la muerte del fotógrafo Rodrigo Rojas y las heridas graves con las que terminó Carmen Gloria Quintana el pasado 2 de julio 1986, cuando fueron rociados con bencina y posteriormente quemados.

El responsable de la investigación, Peter Kornbluh, detalló al medio español que si bien la información fue desclasificada hace más de una década, adquiere mayor importancia luego de que el juez Mario Carroza reabriera la causa tras recibir la declaración del ex conscripto Fernando Guzmán, quien estuvo en el lugar del incidente y rompiera el pacto de silencio que le habría impuesto el Ejército.

"Los abundantes detalles de los documentos desclasificados podrían servir de apoyo a la acusación (…) Los documentos vinculan a Pinochet con el encubrimiento de un crimen de cuya autoría militar no caben dudas", señaló.

DETALLES
De acuerdo a los archivos estadounidenses, las maniobras indicadas por Pinochet para no llevar adelante la investigación del caso comenzaron en el mismo hospital donde fueron trasladados ambos jóvenes de 18 y 19 años tras recibir el ataque.

En un cable enviado el 8 de julio de 1986 desde la Embajada de EEUU al Departamento de Estado se señala que Rodrigo Rojas fue "quemado deliberadamente por soldados". Además, se indica que "médicos de la Posta Central afirman que el director de la Posta obstruyó el traslado de Rojas a una clínica mejor equipada para tratarlo”.

El director médico de apellido Guzmán ordenó, según los cables norteamericanos, que Rojas no recibiera visitas debido a los problemas legales de su caso.

Seis días después, enviaron información desde la embajada hacia la Casa Blanca asegurando que pese a las declaraciones de testigos y una investigación donde se indica que los responsables son miembros del Ejército,  “el Gobierno chileno, siguiendo directivas de Pinochet, está tratando de tachar públicamente como terroristas a Rojas y a Quintana, que habrían sido víctimas de sus propios cócteles molotov”.

Además se indica que Pinochet no permitirá que se juzgue a miembros del Ejército, según indica la información recogida por El País.

El 22 de julio, en tanto, se informa a las autoridades de EEUU que Carabineros concluyó en un informe final que la investigación daba como responsables a miembros de una unidad militar y se entrega un sólo nombre.

Este documento fue informado a Pinochet por el director general de Carabineros Rodolfo Stange, sin embargo se negó a creer esa versión. 

Un mes después, el 27 de agosto, la inteligencia militar estadounidense afirmó que las autoridades chilenas cambiaron varias veces la versión de lo ocurrido y que incluso comenzaron a intimidar a los testigos para convencerlos de cambiar su testimonio.

El 18 de diciembre se envía un último documento donde se indica que el ministro de Justicia de la época, Jugo Rosende Subiabre, comenzó a ejercer presión sobre el fiscal del Estado y jueces para desestimar el caso por falta de pruebas.

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