Iraquíes celebran retirada estadounidense de todas las ciudades del país

Washington y Bagdad firmaron un acuerdo de seguridad que estipula la retirada estadounidense de las ciudades antes de julio de 2009 y de todo el territorio iraquí antes de enero de 2012.




Los iraquíes celebraron hoy con un día festivo la retirada de las tropas de combate estadounidenses de todas las ciudades de Irak, en cumplimiento del acuerdo de seguridad firmado en diciembre pasado entre Washington y Bagdad.

"Nos enfrentamos a una nueva prueba y estoy bastante seguro de que saldremos victoriosos de ella", afirmó hoy el primer ministro Nuri al Maliki en un discurso retransmitido por televisión, con motivo de la culminación del repliegue estadounidense de las ciudades.

Por su parte, el Presidente del país, Yalal Talabani, que bautizó esta jornada como "el día de la soberanía", apuntó que "a partir de hoy, el pueblo iraquí será el dueño de sus riquezas, quien decida su destino y quien escriba su historia".

Ambos dirigentes instaron también a la cooperación y a la coordinación con los países vecinos en la próxima etapa, e insistieron en que a los estados vecinos les interesa mantener la estabilidad en Irak.

"Estamos deseando establecer nuevas relaciones basadas en el equilibrio, la buena vecindad y la no interferencia en los asuntos internos", afirmó Al Maliki en referencia a Arabia Saudí, Kuwait, Irán, Turquía, Jordania o Siria.

El primer ministro iraquí aprovechó su discurso, además, para advertir de los peligros a los que todavía se enfrenta el país, y llamó a la unidad para combatirlos.

En particular pidió a los árabes, a los musulmanes y a la comunidad internacional que luchen contra los "islamistas takfiríes", término usado para calificar a aquellos grupos islámicos que declaran infieles a otros musulmanes e incitan a su asesinato.

"Ellos emitieron fatuas (edictos islámicos) contra la participación en las elecciones, para prohibir a los jóvenes que protejan a su pueblo y a su patria, así como para legalizar el asesinato de civiles con el pretexto de que están siendo usados como escudos humanos", añadió.

Paralelamente a los discursos oficiales, las autoridades reforzaron la seguridad en todo el país, y la presencia de las tropas iraquíes en las calles de los distintos núcleos urbanos es la tónica dominante.

Más de 120.000 efectivos del Ejército y de las fuerzas de seguridad fueron desplegados en Bagdad para evitar cualquier ataque terrorista en la nueva era que comienza.

Esto no ha evitado, sin embargo, que cuatro soldados estadounidenses murieran en varias acciones de combate, reveló hoy el Mando Militar norteamericano, con lo que asciende a 4.320 el número de uniformados de este país fallecidos en Irak desde la invasión de marzo de 2003.

Mientras tanto, las celebraciones ya comenzaron ayer con una austera ceremonia castrense en la fuertemente vigilada Zona Verde de Bagdad, que alberga la sede del Gobierno iraquí y la embajada de EEUU, entre otras instituciones, adonde solo asistieron responsables militares al acto.

Asimismo, en el centro de Bagdad, varios cantantes y artistas iraquíes participaron anoche acompañados de fuegos artificiales en una ceremonia en el parque de Zawra.

Miles de asistentes al acto cantaron "Bagdad victorioso...que te veamos siempre en gloria".

Estados Unidos todavía mantiene a más de 140.000 soldados en Irak, y aunque la mayoría se retiró de las ciudades y se estableció en bases lejos de las zonas urbanas, algunos, no pertenecientes a unidades de combate, permanecerán colaborando con el Ejército iraquí.

Sin embargo, a pesar del repliegue de los centros urbanos, las tropas de EEUU podrían regresar puntualmente a las ciudades, si así lo demandan las autoridades iraquíes.

En diciembre pasado, Washington y Bagdad firmaron un acuerdo de seguridad que estipula la retirada estadounidense de las ciudades antes de julio de 2009 y de todo el territorio iraquí antes de enero de 2012.

Dos meses después, el recién elegido Presidente de EEUU, Barack Obama, anunciaba una retirada gradual de tropas de combate estadounidenses hasta agosto de 2010 para reducir su número a entre 35.000 y 50.000 soldados que se dedicarán a tareas de asesoramiento y formación hasta la evacuación total.

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