Jacques Attali, el hombre a quien más escucha Macron en Francia

Si hay alguien de quien Emmanuel Macron debe estar agradecido por su triunfo en la primera vuelta del domingo pasado es de Jacques Attali, uno de los intelectuales franceses más influyentes. Ensayista, filósofo, economista, dramaturgo, novelista, político e incluso futurólogo, Attali ha sido una suerte de "hombre pulpo" que ha asesorado a nada menos que tres Presidentes de Francia: Francois Mitterrand, Nicolas Sarkozy y Francois Hollande. El próximo podría ser Macron, si logra vencer a Marine Le Pen en el balotaje del 7 de mayo.

Attali ha sido desde hace años el principal mentor político de Macron. Fue él quien lo llevó hasta lo más alto de la esfera política francesa, al introducirlo en el selecto grupo de la Comisión para la Liberación del Crecimiento francés, más conocida como la Comisión Attali, instancia que nació en 2007 durante el gobierno de Sarkozy (2007-2012).

En esa misma época fue el propio Attali quien hizo que Hollande conociera a Macron, entonces un joven economista, militante del Partido Socialista y banquero. Según la prensa francesa, Francois Hollande quedó "prendado" con el talento de Macron, que en esa época apenas tenía 30 años.

La carrera de Macron entonces corrió por dos vertientes, de la mano de Attali como su mentor político y consejero informal y con Hollande en la arena política pura y dura. Hay también otros dos mentores de Macron: el ex secretario General del Elíseo, Jean-Pierre Jouyet y el ex premier socialista Michel Rocard.

En 2011, cuando Hollande lanzó su campaña presidencial, Macron estuvo a cargo de sus discursos y el programa económico. Y cuando el líder socialista llegó al Elíseo, lo nombró secretario general adjunto de la Presidencia y en 2014 ministro de Economía.

Pero Macron nunca dejó de recibir los consejos de Attali, hoy de 73 años. Nacido en Argelia en una familia franco-judía, el pensador siempre ha estado ligado al poder, con un interés en lo social. No por nada en los 80 lanzó la ONG Acción Internacional contra el Hambre y el programa europeo de nuevas tecnologías (Eureka).

Dentro de su larga trayectoria, Attali fue asesor de Mitterrand (1981-1995), icono socialista francés, a quien le recomendó dejar de lado su programa de izquierda. También a comienzos de los 90 fue el primer presidente del Banco Europeo para la Reconstrucción y el Desarrollo, organismo de ayuda para los países que integraban la ex órbita soviética.

Pero Attali también se ha ganado sendas críticas ya que muchos lo acusan por su supuesta exacerbación del individualismo. En uno de sus últimos libros -ha escrito más de 50- Convertirse en uno mismo, propone que el ser humano debe ser como el servicio de Uber y que "cada uno se haga cargo de su vida".

Para entender las propuestas de Macron hay que mirar a Attali. Espadachín europeísta, el filósofo es un convencido de que el Frente Nacional tiene posibilidades serias de alcanzar el Elíseo después del próximo período presidencial. También estima que los países que miran constantemente al pasado están condenados al fracaso.

Durante su carrera, Attali también ha sido un pragmático. De hecho, trabajó con tres Presidentes de ideologías y estilos tan distintos como Mitterrand, Sarkozy y Hollande. Algo de ese pragmatismo también hay en Macron. Y también bastante del tránsito de las ideologías más socialistas hasta las ideas más socioliberales que profesa actualmente el candidato de centro. En ese sentido se entiende que el slogan de Macron sea "ni de izquierda ni derecha".

A esta altura del partido, Attali es una suerte de gurú para Emmanuel Macron. Y fue de los pocos con quien el ex ministro celebró su triunfo la noche del domingo, en el exclusivo restaurante La Rotonde en Montparnasse.