Jorge Burgos: "Debe ser complejo tener un candidato que tenga buenos o malos días, desganado"

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Dice que Carolina Goic es la única candidata, de "izquierda o derecha", capaz de conciliar crecimiento económico con paz social. Insiste en que es la alternativa para ganarle a Piñera.




"¿Qué es esto?", preguntó Jorge Burgos, coordinador político de la campaña presidencial de Carolina Goic, cuando le presentaron el nuevo eslogan de campaña: Patria Resiliente. Aunque reconoce que no es experto en publicidad, al menos observa que la criticada consigna consiguió algo importante: que hablen de ella. Después de semanas más que complejas en su partido, después de rechazar definitivamente una candidatura al Congreso, y de fustigar la decisión de competir en una lista con la IC y el MAS, el ex ministro pone en perspectiva la nueva etapa en la campaña presidencial que comienza mañana, cuando ya estén inscritas todas las candidaturas.

Con la inscripción de las candidaturas comienza la carrera presidencial. ¿En qué pie parte Carolina Goic?

Para usar un término hípico que no me es muy ajeno, comienza la tierra derecha, que es donde se definen las carreras, las políticas y las otras. Nuestra candidatura tiene un elemento principal, que no es el único, es una candidata con ideas y con ganas, con entusiasmo, con capacidad de liderazgo, de convicciones. Debe ser complejo tener un candidato que tenga buenos o malos días, que esté desganado, que no comience como quisieran sus equipos.

¿Se refiere a Alejandro Guillier?

No, a cualquiera. Pero tiene derecho a pensar eso, a presumir que pueda interpretarse así. En el caso nuestro, es al revés, el problema que ella puede tener es que los equipos no le sigan el ritmo.

Usted forma parte de ese equipo…

Sí, yo formo parte del equipo.

¿Y le sigue el ritmo?

Es súper importante la impronta que pone una candidata o candidato respecto de pedir más cosas, más actividades y, obviamente, quienes estamos ahí tenemos que ser capaces de responder a eso y quise simplemente ejemplificarlo en que el problema que pudiera ocurrir aquí es que no le pudieran seguir el ritmo. No el problema más grave de que haya abulia de parte del candidato.

Bien parece que la ciudadanía no percibe ese ritmo, pasan los días y, pese a la exposición de la última junta nacional, sigue marcando poco en las encuestas…

El dato de las encuestas no es un buen dato para nosotros, pero las encuestas hay que tomarlas como un acicate para hacer las cosas mejor y no amilanarse por ello. Y las encuestas son encuestas, tienen de azarosas, de aleatorias, no son dogmas, y los hechos demuestran eso.

Una de las cosas que dejaron la última junta nacional y el caso Rincón fue que si Carolina Goic no seguía en carrera se avecinaba un quiebre en la DC. Lo dijo el vicepresidente DC, Matías Walker…

La DC ha estado tensionada, qué duda cabe, y un momento de tensión muy fuerte fue la resolución de esa junta nacional. Eso tensionó y el efecto público mayor fue que esa noche ella dice: 'Entro en un estado de reflexión'. Pero lejos de producirse la poco halagüeña consideración de un quiebre, lo que se produjo fue una cosa positiva dentro de lo negativo, que su fuerza, decir esto no se puede hacer, fue acompañada por los diputados, una inmensa mayoría, y por la unanimidad de la directiva nacional. Entonces, de una situación de mucha tensión se salió de una de las formas que hay que salir: mirando hacia adelante y no quebrándose como alguien pudo haber presumido.

¿Y no le parece que la decisión de la junta refleja una decisión de las bases DC, de decirle a la candidata: estamos en una posición totalmente distinta a la suya?

Fue una votación más o menos discutida, pero creo que puede haber respondido al microclima que suele ocurrir en las instancias colegiadas de los partidos políticos, pero déjeme decirle que no creo que respondiera al sentimiento ciudadano, al sentimiento de sentido común, ni siquiera al de la militancia de la DC.

¿No cree usted que la junta dio una señal crítica hacia la candidata respecto del perfilamiento que estaba tomando la DC con su candidatura?

Lo que hizo la junta, para no tener eufemismos, fue votar en contra de una posición que ella había dicho esa misma mañana como una posición de convicción definitiva. Pero la misma junta acordó para ese efecto darle un mandato a la propia directiva destinado a crear las condiciones de resolución del problema y así se hizo. En consecuencia, se puede leer también positivamente por la salida que dio.

Ese golpe de autoridad que significó usar esa atribución para retirar a Rincón le sirvió para posicionarse nuevamente en carrera, pero no se percibe un alza aún…

Sí, bueno, pero el dato es que en la primera encuesta que se conoció hubo un aumento y luego una pequeña disminución, pero no volviendo al rango anterior. Creo que la forma en que ella impone una posición que hacía sentido a la ciudadanía, que estaba basada en principios, más allá de la fotografía del momento, en el mediano y largo plazo va a redituar desde el punto de vista que la gente entienda que aquí hay una candidata con convicciones, con liderazgo, con carácter.

Pero se esconde una tensión en la DC. Sin ir más lejos, el diputado y vicepresidente, Sergio Espejo, terminó renunciando al partido.

Se produjo un clima complejo y hubo decisiones personales, no muchas, pero las hubo, dolorosas, particularmente del vicepresidente Espejo.

Hay dirigentes que han hablado de que se podría producir una diáspora después de los procesos electorales de fin de año… ¿Comparte dicha idea?

A la DC le vienen anunciando el fin, la diáspora, hace muchos años. Pero lo cierto es que la DC ha sido un partido clave en la historia política, cultural, social y económica en los últimos 60 años en el país. Su aporte en la lucha por la recuperación democrática y por construir un proceso de gobierno a partir del 90 fue muy exitoso. No niego que es bien importante que la DC apenas salga de los compromisos electorales haga un análisis sobre cuestiones que aparecen divisorias.

Además, hay contradicciones evidentes, como un acuerdo parlamentario con partidos como la Izquierda Ciudadana y el MAS, que son la antítesis de la DC…

Fui crítico, di mi opinión, y a algunos les molestó que haya dado mi opinión.

Lo citaron al consejo nacional de hoy por eso…

Di mi opinión y la mantengo, fue una decisión del colectivo, soy militante, la tengo que respetar, aunque no me guste.

¿Le parece que la DC se desperfila yendo con esos partidos?

He dicho que si no había la posibilidad de pactar con partidos con denominador común, era preferible ir solos aun con el riesgo de no llevar independientes. Pero hay una posición mayoritaria del colectivo y yo no estoy dispuesto a irme por esa decisión, sí a dar mi opinión.

¿Le habría acomodado más un entendimiento con Ciudadanos?

En lo personal, sí, y es una opinión muy distinta a la decisiva del colectivo, y es que tenemos más elementos en común con Ciudadanos que con el MAS.

Usted es partidario de un replanteamiento de la DC. A propósito de estas contradicciones, ¿cuál es el camino que debiera seguir la DC?

La decisión de llevar a nuestra candidata a primera vuelta tiene un contenido político e ideológico. No se produjo por casualidad, se produjo por hechos propios y ajenos, y por un hecho ajeno muy importante, que es la decisión del partido con el que hicimos acuerdos importantes desde el 90 de girar a la izquierda. Hoy día el socio principal del PS no es la DC, es el PC. La DC es un partido de centro, a algunos les gusta decir de centroizquierda, está bien, pero que lo que ha hecho es construir acuerdos partir del 90 bastante virtuosos para Chile, con una centroizquierda socialdemócrata. Parte de esa conducción socialdemócrata terminó dando un giro que significó terminar apoyando al candidato que se apoyó, terminar con la carrera presidencial del ex Presidente Lagos. Y eso llevó a la DC a buscar una candidatura que fije el domicilio político no solo de los democratacristianos, sino que de esos miles de chilenos que quieren buscar acuerdos sobre la base de gobernabilidad desde el centro y la centroizquierda, que permitan mejorar la situación de muchas carencias, pero con crecimiento, para que vuelva la inversión, pública y privada, internacional y doméstica, y ella vuelve cuando hay gobiernos de centro y centroizquierda que son capaces de conciliar el crecimiento con la paz social. Y yo creo que esa tesitura la da mucho mejor Carolina Goic que cualquiera de los candidatos presidenciales de izquierda o derecha.

¿Mejor que Alejandro Guillier?

La señalética que surge de ahí, en temas económicos, son más bien confusas. Lo que sale de ahí son más bien señales que apuntan a terminar con el Tribunal Constitucional, repensar tal y tal cosa, empezar muchas cosas de cero, y eso está muy lejos de ser atractivo para la inversión.

Una cosa es perfilarse dando tranquilidad a a los inversionistas, pero también hay que convencer a la ciudadanía…

Es que a la ciudadanía le interesa tener un país donde haya elementos de crecimiento, donde el empleo sea más seguro, donde haya más fuentes de trabajo, donde seamos capaces de exportar más y con mayor valor agregado, y eso tiene que ver con política también. Entonces yo creo que el discurso no es economista, sino es un discurso que busca crear las condiciones políticas y sociales para que este país tome el rumbo que tuvo durante los gobiernos de la Concertación, que a mi juicio es un rumbo que en buena parte fue cambiado con el gobierno de la Nueva Mayoría.

¿Se siente cómodo como coordinador de la campaña?

Me siento cómodo trabajando por la campaña, con mis fortalezas, que no son muchas, y con mis debilidades, tratando de que no se noten. En eso me siento cómodo. Como en toda campaña, viene una etapa de tierra derecha, es probable que ella decida algunos cambios, estoy absolutamente disponible a hacer lo que haya que hacer. Si soy la persona ideal para coordinarme políticamente con la DC, honestamente, obvio que no, porque se produjo una dificultad con algunas cosas que dije, no me he plegado a ninguna polémica, pero hay varios camaradas que han entendido que hay que pegarme fuerte. Pero así es la vida, tampoco me voy a poner a llorar.

Matías Walker dijo que usted fue uno de los que empujaron a Carolina Goic a "rinconizar" la junta…

Es una crítica súper injusta; cuando llegué al comando estaba todo "rinconizado".

¿Cuánto daño le ha hecho el caso Rincón a la DC y a la candidata en particular?

Está por verse. En el caso de la candidata, creo que salió reforzada, pero el partido, está por verse.

Varios perciben que La Moneda se habría inclinado hacia Guillier. ¿Lo percibe usted también?

No. En general yo trato en las entrevistas, y por eso me meto en líos, de decir lo que creo siempre, y no he percibido eso.

¿Cómo lee usted el apoyo de la madre de la Presidenta, Ángela Jeria, a Guillier?

Pero ¿por quién iba a votar si no era por Guillier? Podría haber votado por Guillier o por Beatriz Sánchez, pero no creo que por nosotros, porque ella es una persona bien de izquierda. Tiene una cuota de agradecimiento por lo que significó el régimen de la RDA, y por Dios que para ella significó, probablemente, la vida. Pero esa cuota de agradecimiento le hace decir, por ejemplo, que ella cree que ahí no se violaron los derechos humanos, entonces, a mí me parece que lo que hizo es lo más legítimo, yo no le exigiría otra conducta.

¿Está disponible para un acuerdo recíproco con la Nueva Mayoría en segunda vuelta?

Algo se puede hacer, tendrán que verlo las directivas de los partidos, en fin, pero siempre, en cualquier escenario, una cosa es lo que se resuelva del punto de vista de las cúpulas partidarias, otra distinta, un factor importante, es lo que resuelvan quienes votan.

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