José Miguel Insulza: "A la Nueva Mayoría le falta algo de la antigua Concertación"

La falta de diálogo y "pegamento afectivo" son las principales falencias que el secretario general de la OEA percibe en el bloque oficialista. Además, dijo no creer necesario un cambio de gabinete.




La falta de diálogo y el "pegamento afectivo" son las principales falencias que José Miguel Insulza, secretario general de la Organización de los Estados Americanos (OEA), percibe en la Nueva Mayoría. La idea de algunos sectores de revivir a personeros políticos de la Concertación de la década de los 90, no es descartada por el ex canciller.

"A esta Nueva Mayoría, de la cual yo me siento parte (...), le falta algo de la antigua Concertación: la solidez de convicciones comunes y la capacidad de sacarlas adelante", recalcó.

"Lo que aquí se requiere es una coalición de gobierno que deje de lado el permanente conflicto que ha existido entre ellos durante mucho tiempo y que realmente muestre intensiones de gobernar el país de manera unitaria", sentenció Insulza en Tolerancia Cero, enfatizando que "lo que no puede ocurrir son las discordias y las discusiones que existen hoy al interior de la coalición".

Asimismo, el secretario general de la OEA indicó que no es partidario de un cambio de gabinete para remediar las pugnas individuales al interior de la Nueva Mayoría o los casos que han puesto en vilo la credibilidad y la imagen de gobierno ante la ciudadanía. En ese sentido, el representante de la OEA insta a que "para sacar adelante nuevas leyes que mejoren lo que hoy existe se requieren algunos gestos y anuncios que la Presidenta ha dado", como también fomentar la unidad desde dentro. "Si nos empezamos a dividir entre nosotros el mismo nombre no tiene sentido, la Nueva Mayoría se transforma en una nueva minoría y está destinada al fracaso", apunta.

Respecto del modo en que la mandataria ha enfrentado el momento político en el marco del caso Caval, señaló que "ella ha tenido sufrimientos personales fuertes, porque aquí estamos hablando de un miembro de su familia, y si lo que se pide es que se crucifique a su hijo para poder salvar su gobierno a mí no me parece justo". En ese sentido, dijo creer "absolutamente en la probidad de la Presidenta. Eso no es un problema de fe, no es un problema de conocerla de muchos años y de saber lo que ella hace o no hace, yo creo mucho en eso, ahora el problema es que desgraciadamente no es una vivencia común de toda la sociedad y por eso es que se piden los gestos que se piden".

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